SECUESTRO EXPRESS EN EL BAR BITÚRICO
Interior bar. Entra un hombre con un gran saco a cuestas.
HOMBRE DEL SACO: Una caña, Manolo, que vengo seco.
DUEÑO: ¿Dónde vas con ese saco?
HOMBRE DEL SACO: Es un hombre al que he secuestrado, a ver si me saco un dinerillo por su rescate.
INTERIOR DEL SACO: ¡Socorro!!!
DUEÑO: Hala, es verdad.
CLIENTE 1: ¡Secuestro! ¡Eso es un delito!
HOMBRE DEL SACO: ¡Lo que están haciendo conmigo sí que es delito! Llevo dos años en paro y he tenido que darme de baja la luz y el agua. Estoy sin un chavo.
CLIENTE 2: Eso no es fácil. Puede pasar tiempo antes de que decidan pagar el rescate y vas a tener que costear la manutención del secuestrado.
DUEÑO: Tranquilo, yo te guardaré en una bolsa los restos de comida de los platos a cambio de mil euros cuando cobres el rescate.
INTERIOR DEL SACO: ¡Una mierda! ¡No pienso comer las sobras de nadie!
HOMBRE DEL SACO: ¡Vaya, así que es delicado con las comidas! ¡Maldito burgués!
CLIENTE 3: Oye, te puedo conseguir algo de la carnicería donde trabajo, pero cuando cobres quiero mil euros.
CLENTE 4: Y yo te cedo el sótano de mi ferretería. Ahí podrás dejar el pájaro sin peligro de que lo oigan los vecinos, y me darás mil euros.
HOMBRE DEL SACO: ¡Bien! Si colaboráis habrá pasta para todos.
CLIENTE 5: ¡Un momento! O me das diez mil euros del rescate o te denuncio ya mismo por secuestro en primer grado.
HOMBRE DEL SACO. (Suspira) Uf… vale, tendrás tu dinero, pero como te vayas de la lengua…
DUEÑO DEL BAR: ¡Eh! ¿Pero qué mierda es esta? ¡Yo también quiero diez mil o te denuncio!
HOMBRE DEL SACO: Manolo, joér, no me hagas esto…
DUEÑO DEL BAR: Lo siento, pero no me arriesgaré por cuatro duros mientras ese se forra por la cara.
CLIENTES 6,7 y 8: “¡Es verdad!” “¡Yo quiero otros diez mil o canto! “ “¡Y yo!”
HOMBRE DEL SACO: ¿Sabéis que os digo? ¡A tomar por saco! Y hablando del tema –abre el saco y dice-:¡Usted, ya puede salir de ahí! ¡Le dejo en libertad!
Todos reconocen al hombre que sale del saco: Javier Nanay, conocido abogado y tertuliano televisivo.
- Gracias, amigo –le dice al Hombre del Saco-. No he podido evitar la conversación y está en su derecho de denunciar a esta gente por intento de chantaje.
HOMBRE DEL SACO: ¡Hosti, qué buena idea! Ahora mismo voy al juzgado y de paso doy de alta la luz y el agua, seguro que me cae una buena indemnización.
DUEÑO Y CLIENTES DEL BAR: ¡¡Noooooo!!!!
FINLOS CONSEJOS DEL PROFESOR SIBELIUS
Vuelve FRODO, con su sección HUMOR ARGENTINO
Y EL GRAN MELMOTH:
Un hombre de negocios, al volante de su coche, da vueltas alrededor de un edificio de oficinas buscando en vano un sitio para aparcar. Tiene una cita importante, que va a decidir su vida, y teme llegar tarde. Se dirige a Dios:
- ¡Te lo suplico, haz que encuentre un sitio! ¡Ya verás, seré muy bueno con mi mujer, me ocuparé de los niños, te lo prometo, daré limosna con frecuencia a los pobres, iré a ver a mi madre una vez a la semana y le llevaré bizcochos de chocolate! ¡Pero haz que encuentre un sitio! ¡Rápido! ¡Ten compasión!
En ese momento, delante de él, un coche pone el intermitente y se va de modo que queda libre un sitio.
El hombre se dirige de nuevo a Dios:
- ¡Ya está! ¡Solucionado! ¡No te molestes!
FIN
LA RECETA: RIÑONES AL JEREZVenga, una de casquería con un plato tradicional. Foto: Silvina.
Poner bajo el grifo los riñones (los de ternera, se entiende) lavarlos con agua fría y dejarlos 1 hora en un plato con vinagre.
Secarlos con papel de cocina y sofreír en aceite. Cuando tomen color añadir cebolla picada, perejil, sal y pimienta.
Remover y añadir 1 vaso de jerez (o vino blanco o cava) y 1 hoja de laurel. Tapar el recipiente y dejar cocer con el fuego al mínimo 20 m. Con esa salsita es delito no mojar pan.
¡Saludos! Espero que pronto ya no tengamos que llevar ese chisme.