La noticia corre como un reguero de pólvora. Tintín, el famoso reportero creado por el lápiz de Hergé, ha sido visto saliendo de una tienda de coleccionismo; un TintinShop de la Place Poelaert, en el centro de Bruselas.
La policía belga encarga investigar el caso al prestigioso comisario Maigret, que casualmente se encuentra en Bruselas invitado por un congreso de criminología.
Maigret sabe cómo contactar con los personajes de ficción. De hecho él es también uno de ellos, aunque lo disimula bastante bien. Acude a una vieja librería donde le atiende un vetusto librero.
-Deme un libro de Tintín. No importa cuál… ¿Mmmm…? ¿Los cigarros del faraón? Supongo que me servirá.
Como buen profesional, el librero ni se inmuta y se limita a volver a dejar el libro en una estantería.
Lo que presienten los autores y saben todos los personajes, es que los libros se comunican entre sí por subterráneos escondidos. Ahora, Maigret avanzaba por uno de esos infinitos callejones. No tarda en encontrar dos rostros familiares, los hermanos Hernández y Fernández, agentes de la policía secreta belga.
-Comisario Maigret, policía judicial –se identifica mostrando su placa-. Estoy buscando a m´sieur Tintín.
-Con gusto le ayudaremos, señor comisario –dice Hernández.
-Yo aún diría más, señor comisario: con gusto le ayudaremos-dice Fernández-. A estas horas Tintín suele estar en el bar Stock de coque.
Cuando Maigret y los dos hermanos agentes entran en el bar distinguen a Tintín y el capitán Haddock sentados en una discreta mesa. Maigret se quita la pipa de la boca y carraspea para hacer notar su presencia.
“-Además -añade Tintín-, he decidido vivir mi vida. Haddock y yo nos vamos a vivir juntos en Moulinsart. Es un bruto deslenguado y bebe en exceso… pero es un encanto – y alarga una mano hacia Haddock.
-¡Mi grumetillo! – suspira Haddock agarrando la mano de Tintín que cruje bajo su puño de marinero.
-¡Auch! ¡Cariño, no tan fuerte!
-Bien, m´sieur Tintín. Considero esto un caso cerrado –anuncia Maigret intentando haciéndose oír por encima del vozarrón de Haddock que está gritando ¡Oficleído! y ¡Bachi-Buzuc! al camarero que ha volcado accidentalmente un vaso de Loch Lomond encima de sus pantalones-. Les deseo lo mejor a usted y el capitán.
Pero a Maigret le queda todavía un cabo sin atar y se dirige hacia Hernández y Fernández:
-Oigan: ustedes que son hermanos, viven juntos y hasta comparten cama… ¿cómo es que tienen apellidos distintos?
FIN
No soy muy tintinófilo pero me encanta el logo de Los cigarros del faraón y decidí tatuármelo. Un día tonto lo tiene cualquiera.
OTRA AVENTURA DE MAIGRETY OTRA AVENTURILLA DEL PROFESOR SIBELIUSSofreír en la cazuela la cebolla y dorar la carne en el mismo aceite a fuego medio. Cuando la carne tome color cubrir con la cerveza negra, añadir el tomillo, la hoja de laurel y sazonar con sal y pimienta.
Añadir 1 cucharada sopera de mostaza (recomiendo la de semillas) tapar la cazuela y dejar cocer a fuego lento 1 hora removiendo de vez en cuando. Se puede añadir 1 pastilla de chocolate amargo.
En Bélgica se suele acompañar con patatas fritas.