Ivo Gaceta, reportero freelance, se dirige en su coche hacia el pueblo de Bastión; una villa que ha permanecido inalterable y con sus propias leyes desde tiempos medievales. Seguro que eso merece un reportaje.
Es un día de calor infernal. Un neumático recalentado estalla silenciando a las cigarras. La carretera muere repentinamente en el pueblo. Ivo entra en la calle principal. Derrapa. El coche se dirige como un mísil hacia la cristalera de una heladería y la atraviesa. Ivo queda empotrado frente a las cámaras frigoríficas.
Luz. Dolor. Ivo despierta. Desde una mesilla, un hombre de aspecto afable le saluda con una sonrisa. Está claro que se encuentra en una habitación de hospital, sin embargo el desconocido fuma despreocupadamente y señala una botella de whisky.
-¿Una copa, amigo?
-No bebo –responde Ivo.
-Yo sí, es fácil, le enseñaré –se sirve un vaso y se presenta-: Soy Fosodelcastillo, alcalde de Bastión. El hombre que usted atropelló ha muerto.
-Ahora sí que tomaré esa copa.
-La víctima es… era el señor Botellón, el borracho del pueblo –dice el alcalde tendiéndole un vaso lleno hasta el borde.
-Bueno, entonces no es una gran pérdida.
-¿Bromea? –exclama el alcalde-. ¡El borracho del pueblo es aquí el ciudadano más respetable y popular! Usted lo ha matado, y ahora lo tendrá que sustituir.
-¿Qué?!!! ¿Es una broma?!!! –Ivo abre desmesuradamente los ojos-. ¡Yo no quiero ser el borracho de ningún pueblo!
-Señor Gaceta –el alcalde apoya los codos en la mesa, junta los dedos y dice a través de la jaula que forman sus manos-: Bastión no es solo famoso por su castillo y sus fiestas medievales. También por su estatuto especial, unas leyes que datan del siglo XIV y que nos han permitido mantener hasta ahora. Ha de quedarse aquí y ocupar el puesto del señor Botellón que estaba ya muy visto, se había vuelto flatulento y la cirrosis empezaba notablemente a consumirlo. Será usted muy querido por los ciudadanos de Bastión.
-Hablemos – dice el alcalde apurando su vaso-. El borracho del pueblo cobra cinco mil euros netos al mes, Seguridad Social, primas, jubilación…
Hoy es un día memorable para Ivo. Subido a una mesa, canta a grito pelado:
“En la Pampa legendaria/ donde relincha el peludo/ había una linda yegua/ con una flor en el culo.”
Se llena la boca de vino peleón y empieza a escupir chorros en la cara de los parroquianos. Después vacía una botella en el escote de una rubia, luego orina en los geranios del jardín del farmacéutico mientras los vecinos lo ovacionan eufóricos y termina vomitando en las murallas entre risas y aplausos.
-Creo que esto me va a gustar –piensa Ivo.
BLOODY MARY
Bueno, creo que es razonable que mi receta de hoy sea la de un cóctel, y esta chica tiene pinta de gustarle mucho el Bloody Mary:
Hielo, 3/4 Jugo de tomate. 1/4 Vodka. Unas gotas de zumo de limón. 1 gota de Tabasco. Sal.Mezclar bien y servir en vaso mediano adornado con una ramita de apio.
Un cuadro que hice para la coctelería Boadas con acuarela: BAR MATADERO