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VECINOS MOLESTOS (RELATO)

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Roman Castevet acaba de mudarse al primer piso del número 26 de la calle Polansky. Aún conserva ese improvisado ambiente  de campamento a punto de ser levantado, con  cajas de embalaje y maletas, cuando empieza a ser asaltado por ruidos que provienen de arriba. Rumor de tacones afilados sobre el parquet que le taladran los oídos, golpes,  el exasperante sonido de muebles que se arrastran…  Esto se repite a diario y Roman decide ir a quejarse.
 Una tarde, Roman llama al timbre del segundo piso. Le abre una señora con bata de boatiné color rosa peladilla. Le dedica una mirada glacial que marca la frontera rellano-recibidor.
-Buenos días. Soy el vecino de abajo. Quería hablarle de unos ruidos insoportables que…
-No somos nosotros, son los de arriba –y señala al techo con el índice extendido.
-Disculpe, los golpes suenan tan fuerte que pensé que procedían de este piso.
- Es la acústica, en este lado de la casa hay la pared maestra y todo resuena. Qué me va a contar… los hemos denunciado y no hemos conseguido nada a pesar de que mi hijo es policía- Aparece un joven vestido de uniforme ajustándose la gorra-. Que tengas un buen día, hijo. No te olvides la pistola.
-Lamento haberla molestado, señora -… Roman se ha quedado solo. El policía ya ha salido y la señora se interna con paso ágil por el pasillo. Roman sale al rellano y se dispone a cerrar la puerta entornada pero el policía se lo impide apoyando una mano brusca sobre el panel.
-Me he dejado la pistola.
 Roman sube las escaleras y se sorprende al ver la tan distinta decoración del rellano del segundo piso; como si hubiera entrado en otro edificio. Las paredes están pintadas de un lúgubre color ala de mosca y una lámpara vela en la pared del fondo como un ojo vigilante. Mientras pulsa el timbre lee la placa de la puerta: D. Holuskins. Traductor. Le recibe un hombre de aspecto afable con bigote gris recortado y un jersey del mismo color. Lleva un periódico en la mano. Roman se presenta y cuando le expone el motivo de su visita el vecino le sonríe:
-Se equivoca, joven. Eso viene de más arriba – Roman mira en dirección a su mano que se mueve acentuando el arriba-. Un auténtico incordio…  Ah, ella es mi esposa, Carmen.
Aparece Carmen. A cuatro patas. Abre desmesuradamente su boca de labios sin maquillar, repleta de dientes,  con amígdalas visibles y muerde a Roman en una pierna. Holuskins  golpea a su mujer con el periódico enrollado sin brusquedad  pero con firmeza.
-¡No, Carmen! ¡Suéltalo! Disculpe, joven, está algo alterada. Me temo que es un mal momento… ¿Qué tal si viene un día a cenar?
-Sí, sí… me encantaría -Roman se precipita escaleras arriba murmurando frases de despedida.
 El rellano del tercer piso, el ático,  le desconcierta aún más. De siniestro ha pasado a sórdido. Una mortecina bombilla ilumina las telarañas que cuelgan del techo como jirones putrefactos. Roman llama a la puerta que se abre de repente. En la penumbra le recibe una anciana con aspecto de bruja, de piel tiznada y grumosa,  y detrás lo que parece un hombre barbudo y altísimo. Cuando los ojos de Roman se habitúan a la escasa luz distingue que el hombre barbudo es en realidad un retrato de Jesucristo que en lugar de la típica expresión beatífica muestra un rostro confuso, aturdido, como si le acabasen de comunicar que le han conmutado la pena de cruz por la de servicios a la comunidad.
 Desde el umbral la anciana señala hacia arriba con un dedo huesudo y, agarrando la muñeca de Roman con manos frías y duras como el bronce, le entrega un pequeño crucifijo. “Porque ellos caminan deprisa”, dice y se apresura a cerrar la puerta.
El siguiente piso es el sobreático. El último. Ese rellano huele a pantano, a piedra rezumante de filtraciones. Extraños bichos arrancan susurros de las paredes. Las tinieblas se acumulan en rincones que la luz eléctrica no logra disipar. “Más que una bajada, esto parece una subida a los infiernos”, piensa Roman. Se detiene ante la puerta y escucha con nitidez el ruido, ese estridente repicar  de tacones que conoce bien. “Es aquí”, se dice y golpea con los nudillos pues no hay timbre.
Roman tiene la incómoda sensación de que le observan por la mirilla. El chirriar de cerrojos le sacude como un látigo. Se abre la puerta. Por el espacio que deja abierto una cadena se ven unos ojos febriles que en la oscuridad parecen arder como brasas relucientes.
 -Hola, soy Roman, el vecino del primero –y extiende una mano.
La puerta se cierra un instante. Roman oye retirar la cadena y la puerta se abre del todo. El interior está oscuro como alquitrán. De repente surge un tentáculo púrpura y viscoso que rodea la mano tendida de  Roman y tira de él engulléndolo en las tinieblas.  La puerta se cierra bruscamente.
El primer piso del 26 de la calle Polansky vuelve a estar libre. Es de renta antigua, sólo hay que llamar a este número de la izquierda; aunque yo me lo pensaría dos veces antes de vivir allí.
FIN

Dedicado a mi vecina del piso de arriba que tiene la bonita costumbre de levantarse hacia las seis de la mañana y taconear por el piso. Supongo que se mete en la cama con tacones, como las actrices porno.

Y hablando de porno, este es para todos los públicos, que no tengo ganas de que me cierren la parada:


¡CULITO, CULITO...! Y MOMIAS

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La empresaria, actriz, modelo y no sé qué más Kim Kardashian ha revolucionado las redes sociales con sus fotos en las que muestra unas nalgas que no parecen de este mundo. Kardashian asegura que lo consigue inyectando en su trasero la grasa sobrante de sus liposucciones; esto sí que es reciclar y lo demás mandangas. En esta portada de la revista Paper recrea una conocida foto de Jean Paul Goude del célebre clip de Grace Jones Slave to the Rhythm.
El tema me ha recordado a la historia de la infortunada Sara Baartman, más conocida como…
LA VENUS HOTENTOTE

Nacida esclava en 1789 en Ciudad del Cabo, Sara fue llevada a Europa a principios del siglo XIX para ser mostrada como atracción de feria, su nombre artístico era La Venus Hotentote. La figura de Sara era desorbitante a causa de la esteatopigia o excesiva acumulación de grasa en los glúteos. Una sociedad benéfica parisina acusó, con justicia,  de degradante el espectáculo donde exhibían a Sara y clausuraron el circo. La Venus Negra, como se la conocía entonces, atrajo la atención de la comunidad científica de París que la describió como una mujer inteligente que hablaba inglés y holandés.
 Sara sucumbió a una epidemia de fiebres en 1815, su cuerpo fue embalsamado por el famoso naturalista Georges Couvier y exhibido en el Museo del Hombre en París durante 160 años hasta que Nelson Mandela envió una petición al presidente Mitterand para que sus restos volvieran a Sudáfrica.  Francia accedió y Sara fue enterrada en El Cabo con honores oficiales.  
Existe una película La vénus noire (2009) basada en la vida de Sara. No fue estrenada en España pero se encuentra en DVD.
La repatriación del cuerpo momificado me ha traído a la memoria un caso más cercano:
EL NEGRO DE BANYOLES

Alphonse Arcelin, un médico haitiano residente en Cambrils (Tarragona) exigió en 1991 al Ayuntamiento de Banyoles  la retirada del cadáver de un bosquimano expuesto en el Museu Darder; de lo contrario, pediría el boicot de los países africanos a las pruebas olímpicas de remo que se celebraban el siguiente año en esta localidad. El caso provocó una inusitada atención de los medios llegando a oídos de Kofi Anan, el Secretario General de la ONU. Arcelín prosiguió durante años una auténtica cruzada personal que le llevó a la ruina económica pues tenía que pagar de su bolsillo los viajes para entrevistarse con diversos jefes de estado africanos. Los restos del momificado bosquimano fueron finalmente enterrados en octubre del 2007 en Botsuana como un héroe nacional.
En el 2008 la pequeña editorial de Girona El Call encargó a mi amigo el periodista Marc Ribot, que anteriormente había entrevistado al doctor Arcelin, un libro sobre aquel suceso que se iba a titular: De Banyoles a Botsuana . 
 Al principio yo solo tenía que dibujar la portada pero me fui involucrando cada vez más en el libro. Me convertí en coautor y entrevisté, entre otros, a  un miembro del Patronato Darder que me contó una curiosa anécdota: al llegar la momia del bosquimano a España tuvieron problemas para catalogarla en la aduana. Al final el funcionario aduanero de turno optó por encasillarla como "bacalao seco".

 Reunimos un material muy jugoso a base de cartas a los periódicos y artículos y es que se escribieron muchas tonterías sobre el Negro de Banyoles (desde la agresividad racista hasta la corrección política más papanatas) Marc y yo acordamos reducir al máximo nuestra intervención y dejar que el lector sacara sus propias conclusiones. Estábamos a punto de entregar el texto cuando la modesta editorial El Call tuvo que cerrar por motivos económicos y De Banyoles a Botsuana pasó al limbo de los libros inéditos.
Dos de mis contribuciones al tema: Lote 249 de Conan Doyle y Breve conversación con una momia, de Poe. El único relato humorístico de ese autor.
Y este es el vídeo que he mencionado antes: Slave to the Rhythm; causó furor entre los moderniquis en el lejano 1985.

CAMISETA CORTAZAR (Relato y más cosas)

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Bruno no sabe que ponerse. Abre el armario y mira las camisetas. Hay una blanca, italiana, de algodón, que se ha comprado hace poco y le gusta especialmente. La coge por la percha y la observa: le atrae el tacto. Pero el color blanco le hace parecer más gordo. La devuelve a su sitio. Con los dedos, como quien pasa las hojas de un libro, acaricia las mangas de todas las camisetas. Los grises son demasiado apagados, y lo mismo los marengos y los azules marinos.  Revisa las de rayas.  Al final se decide por una de estilo militar, verde oliva, de manga larga.
Empieza a ponérsela delante del espejo. La cuesta más de lo que imaginaba. “Vaya, debo haber engordado”, piensa. La tela está cargada de electricidad estática, se adhiere a la piel y le eriza el vello del brazo. La mano apenas avanza por la manga. Intenta meter el otro brazo por la otra manga esperando que la operación resulte más sencilla.
 Bruno ya ha conseguido introducir los dos brazos y ahora agacha su cabeza que se queda atascada en la camiseta. “Quizás tendría que haber sacado antes las manos de las mangas”, se dice envuelto en una neblinosa penumbra de algodón. Jadea, la tela se ha enrollado alrededor de su cuello ahora ladeado a la izquierda. Con la cabeza y las manos atascadas en la camiseta empieza a agitar los brazos intentando agarrar uno de los bordes de las mangas mientras da vueltas a ciegas por la habitación. Parece una gallina recién decapitada.
Bruno se detiene para recuperar el aliento. La tela se aferra a su boca mojada y le dificulta respirar. De repente oye un ruido sordo, como el sonido de un frasco de medicinas que se abre con un chasquido. Por fin distingue el cuello de la camiseta, luminoso, envuelto en una extraña luz como la que se ve al final de un túnel prometiendo delicioso aire libre. La luz se hace a cada momento más potente  envolviendo a Bruno en una caverna de incandescencia.  Aparecen unas manos gigantescas, enfundadas por algo parecido a un látex verdoso que avanzan hacia él. Las manos agarran a Bruno sacándolo hacia el exterior, le sostienen, lo voltean, y una mujer con uniforme color espinaca  lo envuelve con una toalla con profesional eficiencia. Dice:
-¡Enhorabuena! Es un niño precioso.

Esto ha sido mi versión personal del cuento de Cortázar No se culpe a nadie y, abajo, mi última portada para un proyecto de novela ambientada en Barcelona el día después del apocalípsis nuclear. Así queda el Bus Turístico.

 HE HECHO HABLAR EN CATALÁN A BRUCE WILLIS
Prueba de doblaje para la película History of Us. Bruce y Michelle Pfeiffer están a punto de meterse en faena cuando ella se da cuenta de que han olvidado poner una moneda bajo la almohada de su hijo para el Hada de los Dientes (el Ratoncito Pérez americano)


 Deciden a piedra, papel o tijera quién va a poner la moneda. Le toca a Bruce, pero antes le dice a la TV donde aparece Bush: "Señor presidente, le confío a mi esposa que pronto estará desnuda. Siga cuidando del país y recuerdos a Barbara."

EL PILOTO CAIDO

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Bueno, ya que no tengo ninguna foto me la he dibujado. Se trata de una aventurilla que le ocurrió a mi tío Sento. Mi madre me lo acaba de contar:
En el invierno del 43 mis abuelos tenían de vecinos a una familia que colaboraba con una red que facilitaba la evasión de pilotos aliados que habían caído en la Francia ocupada. Después de pasar clandestinamente la frontera los escondían en su piso y les ayudaban a llegar al consulado británico –por entonces en la Plaza España, a solo diez minutos a pie- con este sistema: el piloto llegaba hasta el consulado llevando de la mano al hijo del vecino para no despertar sospechas, como un padre dando un paseo matinal.
 Un día los vecinos se presentaron a cenar a casa de mis abuelos con un piloto inglés cuyo avión había sido abatido en La Camargue, cerca de la frontera. “Sólo recuerdo su apellido –me dijo mi madre-: Underwood, como la máquina de escribir que yo usaba, ya sabes que estudiaba secretariado, y también que era la persona más rubia que había visto en mi vida.” Mi abuela preparó patatas fritas. El piloto pidió: “Vinegar, please” y roció las patatas con vinagre. Yo también las suelo comer así.
El vecino se explicó: su hijo estaba enfermo y no podía acompañar al piloto al consulado. Había pensado en que le sustituyera mi tío Sento que entonces tenía nueve años. A mi abuela la idea no le sedujo pero el vecino la tranquilizó: “Saben que tiene que hacer si los detiene la policía. Han de decir que no conocían de nada al niño y que le ofrecieron caramelos si le acompañaba.”
 Al día siguiente mi tío con los bolsillos cargados de caramelos y el piloto –con un gran sombrero de fieltro que ocultaba su rubia cabellera- se dirigieron cogidos de la mano hacia el consulado. Mi abuela y mi madre los seguían a una prudente distancia. Cuando llegaron a la delegación, Underwood acarició un momento la mejilla de Sento y entró apresuradamente en el edificio. Ese fue el granito de arena de mi tío a la causa aliada.
Por cierto que los aviadores estadounidenses destinados a Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial inventaron un cóctel muy sencillo –añadieron Coca Cola a la ginebra- al que bautizaron con el nombre de RAF en homenaje a sus aliados:
Preparar en vaso alto hielo y una copa de ginebra. Añadir la cola preferida y adornar con una rodaja de limón.
EL ABUELO CEBOLLETA ERA OPIÓMANO

Años más tarde mi tío Sento se convirtió en un fiel coleccionista de los tebeos Bruguera. Un día me enseñó una curiosa página de La familia Cebolleta (DDT nº 446 de 1959) en la que Rosendo tenía alucinaciones al fumarse un puro de opio del famoso abuelo narrador de batallitas. Era la época en que se podía fumar en los tebeos (hasta el loro fumaba) pero lo del opio disparó la alarma de los censores que añadieron la toxicomanía a los otros temas tabú de las publicaciones infantiles (suicidio, eutanasia, alcoholismo…) y sancionaron con una fuerte multa a la Editorial Bruguera.
Como nuestro país no tuvo prácticamente experiencia colonial en Asia el opio es muy poco conocido. Mi tío –que frecuentaba los muelles por su trabajo en la Aduana del Puerto- me dijo que por la época en la que Vázquez publicó esta historieta era frecuente en los bares del puerto notar el olor de la marihuana (entonces llamada grifa, liarla se decía hacer un pote) de los marineros. Los legionarios, en cambio, preferían el kifi verde o blanco que fumaban en pequeñas pipas. De todas formas mi tío prefería sus paraísos artificiales a base de barrecha (dos partes de moscatel y una de cazalla) popular combinación que ya casi ha desaparecido en las ciudades.
 Dedicado a mi tío Sento (1934-2014) con mucho cariño. Voy a tomarme ahora un RAF a su salud.
Y ya que hemos hablado de sustancias alucinógenas termino con un poema de Valle Inclán:
LA PIPA DE KIF
Cáñamos verdes son de alumbrados. Monjas que vuelan y excomulgados.
¡Coca! A tu arcana norma energética. Epopeya del Araucano que al indio triste torna espartano.

Lima virreina, mordió Pizarro tu fibra dura y perdió su armadura. Verdes venenos ¡Yerbas letales de paraísos artificiales! A todos vence la marihuana, ciencia del Ramayana.

LA VENGANZA SE SIRVE CON ESPINACAS

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Aunque parece un cuento navideño ocurrió en realidad; un diciembre en el que trabajé como ayudante de cocina en un restaurante de Cambrils (Tarragona) Empieza cuando abrimos el local y Giovanni, el chef, exclama:
 -¡Maldita sea! Han vuelto a entrar a robar por la noche.
Hay un gran desorden, falta material de cocina y el chef se exaspera cuando examina la bodega y comprueba que faltan botellas de whisky Knockando, coñac Hennesy, champagne Veuve Clicquot…
-Chorizos pero con buen gusto –se lamenta Giovanni.
Una semana más tarde. Hay mucho trabajo en la cocina. Ambiente de resistir de pie, agotador,  envueltos en un calor sofocante con la torreta extractora incapaz de aspirar todo el vapor. Con los ojos escocidos de cortar cebollas me acerco al ojo de buey de la puerta y distingo en la mesa siete a El Bigotes.
Es un policía municipal. Le llaman así por sus hirsutos mostachos de guardia civil decimonónico. Unos días antes había dejado un momento el infierno húmedo de la cocina para beber una lata de cerveza junto a la puerta del establecimiento y El Bigotes me puso una multa por beber alcohol en la vía pública. Sus bigotes de león marino temblaban de satisfacción mientras escribía el parte. Ahora está sentado frente a una rubia de bote que me da la espalda. Tienen una botella de vino casi intacta y el camarero acaba de servir el plato de ella por lo que deduzco que el pedido de El Bigotes debe estar a punto de llegar. Un camarero se dirige hacia el comedor con un plato de espinacas a la crema y le pregunto para quien es. “Para la mesa siete”, dice. “Trae, le falta nuez moscada”. Tomo el plato, me retiro a un apartado rincón de la cocina y rocío el plato con escupitajos (Créanme, de normal no soy tan cochino, es que me cegaba la venganza) Devuelvo el plato al camarero con esta sonrisa a lo Fu-Manchú.
 El día siguiente es Nochebuena. Estamos formados con nuestras impecables chaquetillas blancas ante el chef Giovanni que reparte las tareas señalándonos con un lápiz como un director de orquesta  moviendo la batuta, todos listos y concentrados. “A la cocina”, dice y me huelo que algo va mal cuando añade: “Miquel, tú quédate aquí”.
Giovanni me mira fijamente. La tensión se siente como una cuerda de guitarra a punto de saltar. Me da unos golpecitos con el lápiz en un botón de la chaquetilla y dice:
-Vaya, vaya… así que nuestro chef Miquel le da por condimentar los platos con su ADN.
Antes de que pueda reaccionar dirige el lápiz hacia un punto de la cocina haciéndome fijar en una cámara de vídeo que vela con un ojo vigilante. La han puesto a causa de los robos. Pillado in fraganti. Giovanni  me pregunta:
-¿Para quién era ese plato?
“Para El Bigotes”, respondo y le cuento lo de la multa. El chef cabecea: “Ese maldito Bigotes…". Luego supe que El Bigotes le había multado injustamente por aparcar su coche en una zona prohibida no señalizada. Eso explicaba su reacción comprensiva:
-Mira, Miquel, me gusta como trabajas y te lo voy a dejar pasar pero si te sorprendo hacer algo parecido te boto de aquí con unas referencias con las que no te aceptarían ni en un burguer de Calcuta. Capisce? –Asiento y me da un coscorrón con el lápiz-. ¡Y ahora tira para la cocina, capullo,  que hay encargadas seis lubinas a la sal que no se van a hacer solas!
 Por cierto que las espinacas a la crema las preparo así. Lo de los esputos es optativo. Es un plato tan fácil que lo he preparado mientras bailaba  – a veces hago esas chorradas cuando cocino- con el tema Hold Me de los Fleetwood Mac y echando vistazos a esta película tan navideña:
ESPINACAS A LA CREMA: Cocer espinacas congeladas en agua salada. Saltear en una sartén cebolla picada y 2 dientes de ajo y echar las espinacas escurridas. Remover, añadir crema de leche, pimienta y una cucharadita de nuez moscada. Volcar las espinacas con crema en una fuente de horno, espolvorear con queso rallado y gratinar un momento en el horno antes de servir.

Y ahora ¡Feliz Navidad con todo cariño!!! Por aquí practicamos en estas fechas lo de Fer cagar al Tió. Se le da de bastonazos a un tronco para que cague regalos. Una costumbre con cierto aire sadomaso:

Les dejo con este atractivo vídeo navideño:





UNA PIERNA FANTASMA Y MÁS COSAS

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El primer Poti-Poti del año.

En este recién estrenado 2015 ya he leído una noticia curiosa:  la aparición de una pierna fantasma, la del mexicano presidente Santa Anna (1794-1876) Uno había oído hablar de fantasmas decapitados pero no de una pierna espectral que aseguran haber visto deambulando por el estadio de fútbol Guadalupe-Hidalgo, muy cerca de donde fue enterrado.
Su Alteza Serenísima General Santa Anna –su título oficial- perdió su pierna derecha durante la Guerra de los Pasteles (1838) uno de los conflictos más surrealistas de la historia. En ese año, la escuadra francesa bloqueó el puerto de México y Santa Anna y sus oficiales hicieron un Sinpa en el establecimiento del pastelero francés Remontel de donde se fueron sin pagar los pasteles que habían consumido. Remontel presentó al embajador francés en México una astronómica cuenta de sesenta mil pesos que  encendió la mecha de la revolución contra los galos. Muchos comercios franceses fueron asaltados y, en represalia, el almirante Dubois  bombardeó los muelles de Veracruz hiriendo al General Santa Anna. Después de esto, Santa Anna hizo que se celebrara una ceremonia en honor a su pierna, que fue exhibida en un cofre de cristal y paseada por la Ciudad de México custodiada por soldados.
 Espero que la pierna de Santa Anna tenga un buen juego del que tan necesitado anda el equipo de Guadalupe-Hidalgo, en los últimos puestos de la segunda división. Ya comprobé lo muy aficionados que son los mexicanos a los relatos de fantasmas. Cuando estuve en DF me contaron que poco antes y en pleno centro, en la esquina de Peralvillo con Xochimilco, hubo un choque entre dos autobuses en el que murieron los conductores y varios pasajeros. Desde entonces un vehículo fantasmal aparece cada noche en ese cruce a la misma hora del accidente. Se dice que sus espectrales viajeros miran al exterior desde sus asientos con expresión aturdida.
Estas Fiestas he hecho un par de largos viajes en tren y para matar el tiempo he escrito unos relatos muy, muy cortos. Chorraditas, como los llamo yo:
AGUJEROS NEGROS

Por un capricho del arquitecto el recibidor de mi casa tiene forma de triángulo. No habría pensado en las Bermudas si no fuera que en unos días el recibidor se tragó a la tía Rosa y a un cobrador de la mutua. Eso me pone algo nervioso y cuando salgo de casa lo hago procurando evitar el triángulo.
VENDIENDO HUMO

El año pasado el Banco de Nubes me pagó con un cheque sin fondos. Al no poder cobrarlo siempre tengo días soleados.
ESTÚPIDO ORGULLO

“¡Cállese!”, le ordenó su superior. De repente el jefe experimentó la angustia de no saber qué quería decirle su subordinado; una mortificante sensación que le acompañaría toda su vida.
HONOR DE CABALLERÍA

El caballo del capitán Peabody pisó una madriguera de topo haciendo caer a su jinete. El capitán se había roto una pierna y el caballo, seguro de cumplir con su piadoso deber, lo remató de una certera coz en la nuca.
¡MUY FELIZ AÑO!!! Yo lo he celebrado con el Baile de las Bofetadas de Pescado de los Monty Pyton. Es muy fácil, se necesita un par de sardinas y poco más.





LA TEORÍA DE LA HAMBURGUESA

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La semana pasada fui a uno de esos locales que preparan hamburguesas en plan gourmet. Fue una tarde provechosa, pues además de comer una suculenta Kansas Burguer (hamburguesa de carne de caballo poco hecha, en pan de centeno, con salsa de reducción de vino y champiñones) recordé una divertida anécdota con hamburguesas y hasta se me ocurrió un microrrelato:
DEMASIADA SAL
 Ruibarbo ha invitado a Valeriana a su primera cena romántica con velas incluidas en un agradable restaurante del centro. Valeriana habla pero Ruibarbo no la escucha, la mira fijamente a los ojos ensayando mentalmente frases de entrada. Ella introduce en la boca una cucharada de crema de espárragos y en sus labios se dibuja una mueca.
 -Uf… Está muy fuerte de sal.
 -Oh, vaya -…se lamenta Ruibarbo que esperaba una velada perfecta. Busca con la mirada al camarero pero Valeriana sigue hablando como quitándole importancia:
 -Es curioso, pero cuando la crema de espárragos está salada sabe a… -adopta la expresión de una persona cegada por el sol buscando la palabra exacta- … sabe parecido a…
 -A semen –dice Ruibarbo.
En un segundo, Valeriana pasa del desconcierto al estupor. Mira fijamente a Ruibarbo con los ojos desorbitados y la cuchara que sostiene en su mano se ladea derramando unas gotas de salada crema de espárragos sobre el mantel.
Ruibarbo se inclina sobre su plato, avergonzado por habérsele escapado un comentario tan inapropiado para una primera cita. Vaya metedura de pata… pero lo peor está aún por llegar; cuando Valeriana, bruscamente, le espeta:

 - ¿Y tú cómo sabes eso?
TEORÍA DE LA HAMBURGUESA DE POCH
 A mediados de los ochenta, en plena época de La Movida, pasé una temporada en Madrid. El promotor musical KikeTurmix me encargó hacer esta funda de un single de promoción para los Telefunk, un grupo de vida efímera.
Un día, Kike, los del grupo Telefunk y yo, estábamos en un burguer y Poch –el cantante de Derribos Arias- se sentó con nosotros. Poch echó una cantidad industrial de kétchup y mostaza a su hamburguesa, la apretó y la hamburguesa salió disparada. La recogió del suelo, volvió a ponerle aún más mostaza y kétchup, la apretó y fue a parar de nuevo al suelo. Cuando la volvió a recoger y la puso entre el pan dispuesto a zampársela Kike le preguntó que cómo era capaz de comerse una hamburguesa que había caído dos veces al suelo y Poch le respondió: "Las cosas, hasta que se caen tres veces al suelo, son comestibles”. 
Curiosa teoría.
¿Les apetece comer una hamburguesa original?
HAMBURGUESA DE SALMÓN

Creo que esta ilustración del gran Jeremy Moore con Samuel L. Jackson comiendo una Kahuna Burguer es de lo más apropiada:
Necesitamos unas buenas rodajas de salmón fresco. Se pican en trozos muy finos, se rehoga en aceite la cebolla ya troceada y se reservan ambos ingredientes por separado. 
Aliñar con un poco de pimienta negra y sal. Añadir al salmón triturado los trocitos de cebolla confitada y picada junto con un par de lonchitas de queso troceado y mezclar bien, obteniendo una masa con todos los ingredientes 
Amasar con las manos y darle forma de hamburguesas, redondeada y no muy gruesas. Enciender la plancha y cuando esté a temperatura alta hacemos las hamburguesas procurando que queden muy doradas por ambos lados. 
Cuando tengamos las hamburguesas hechas, se montan en el pan de hamburguesa, y se acompañan con un poco de queso, lechuga, ketchup, mostaza... A mí me gustan con salsa tártara.


UNA MALDICIÓN EN EL DESAYUNO (Relato y más cosas)

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Hugo se había aficionado a desayunar porras cuando era estudiante en Madrid. Su sabor le recuerda su juventud, algo así como la magdalena de Proust pero en porra. Todas las mañanas antes de ir al trabajo acude a la misma cafetería; el dueño es madrileño y es la única del barrio en la que sirven porras.
Desayuna un café con leche y dos porras, cada día. Hugo echa azúcar en el café y remueve con una porra a modo de cucharilla. De repente, una pestilencia de alcohol barato le invade como una nube pesada y alguien tiende una sucia mano  bajo su nariz.
-Domnul
Es un mendigo. Sucio, con barba de días y nariz colorada con gruesas venas marrones. Susurra con acento de Europa del Este:
-Domnul (Señor), llevo tres días sin comer…
-No se ha perdido nada, amigo. Todo sigue sabiendo igual –responde Hugo y suelta una carcajada.
El mendigo le mira con ojos llameantes. Su brazo se proyecta en dirección a Hugo con una sacudida galvánica de descarga eléctrica. Masculla: “Vrai Te Blestemo!” y se aleja arrastrando lentamente los pies. Si Hugo entendiera el rumano sabría que le habían echado una maldición.
 Hugo dirige la porra hacia su boca. No se ha dado cuenta de que durante el incidente con el mendigo la porra ha quedado sumergida y ahora su punta empapada se desprende. Al caer en la taza salpica de café con leche su corbata de seda Bill Blass y su camisa de algodón blanco Canali Milano. Hugo exclama algo que queda ahogado por el estruendo de fichas de dominó que caen sobre una mesa de mármol. Busca con la cucharilla el trozo de porra que ha quedado en la taza pero no lo encuentra, tampoco cuando apura su café, como si se hubiera desintegrado. “Curioso”, piensa.
Consulta su reloj. No tiene tiempo de cambiarse. Pronto está en su trabajo, rodeado  de burócratas severamente vestidos, en un entorno de sillones de piel, mesas de cristal ahumado y plantas tropicales. A mediodía acude a una comida de negocios en un restaurante de fusión con grandes platos octogonales donde, en un mar de chile poblano, nada un langostino que parece un brillante insecto empalado.
Después de salir de la oficina, Hugo se machaca en el gimnasio haciendo flexiones y distensiones abdominales.  En el vestuario se quita con alivio la camiseta y los shorts de lycra negra y se dirige hacia las duchas.
Gira la manivela y ésta deja fluir el agua con un jadeo. El vapor empaña las baldosas mientras Hugo empieza a enjabonarse y es en ese momento cuando le invade una extraña sensación, como si los huesos de su cuerpo decidieran no encajar, fluir cada uno por su lado. Un tirón misterioso recorre su piel.
Las duchas están iluminadas por tubos de luz fluorescente, y en medio de aquella claridad acuática Hugo contempla horrorizado sus pies que se esparcen informes por el suelo de la ducha. Está perdiendo altura y su cuerpo se deshace a gran velocidad, como una aspirina efervescente. Se desintegra como la porra del desayuno disuelta en la taza.  Su cara es una larga máscara agonizante que mira a su alrededor como buscando cómplices en una situación incómoda, pero no hay nadie más en las duchas.

Hugo siente una reacción espasmódica, ácida, gástrica, cuando es absorbido hacia el desagüe por donde gira veloz y vertiginosamente como en el tobogán de un parque acuático. Se está yendo, literalmente, a la porra.
ANITA EKBERG ENTRE VAMPIROS
Mientras escribía este relato me enteré del fallecimiento de Anita Ekberg, inolvidable bañándose en la Fontana di Trevi, pero Anita también rodó en España una película: Malenka (1969), dirigida por Amando de Ossorio -famoso por sus películas con templarios resucitados- donde era acosada por sedientas vampiras.
OSSOBUCO DI CARDINALE

Una buena amiga -¡Gracias, Laia!- me ha pasado una excelente receta de ossobuco que quiero compartir:
Salar y pasar las rodajas por harina. Rehogarlas en aceite y añadir cebolla, zanahoria, y un vaso de vino blanco.
Cuando la carne tome color se pasa la salsa a un cuenco de batidora, añadir una anchoa y una cucharada sopera de perjil y triturar.
Tirar la salsa por encima del ossobuco, espolvorear con perejil picado y terminar de cocer unos diez minutos.
Recomiendo acompañarlo con arroz blanco salteado, champiñones o judias verdes.


¡NOS VEMOS EL MIÉRCOLES, JOHN LANDIS!

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 He adquirido una edición en DVD con extras de una de mis películas preferidas de los ochenta: Un hombrelobo americano en Londres (John Landis. 1981) Nunca olvidaré la descacharrante escena en la que el licántropo -David Naughton, ¿qué se habrá hecho de ese actor?- se reune con sus resucitadas víctimas en un sórdido cine del Soho donde proyectan una cutre película porno.
  Esa película existe de verdad, fue rodada expresamente para esa secuencia y se titula SEE YOU NEXT WEDNESDAY (Nos vemos el próximo miércoles) Una frase fetiche para Landis, algo similar a los cameos de Hitchcock, o en el caso de Berlanga y Álex de la Iglesia la inclusión en todas sus películas de las palabras -respectivamente-: Austrohúngaro y Esto no es un juego.
La sentencia See You Next Wednesday suele aparecer en las películas de Landis de manera muy anecdótica; a menudo es el título de una película visible en la marquesina de un cine o la escuchamos en labios de algún personaje. En este curioso vídeo lo podemos comprobar en escenas de Hellboy II, Kentucky Fried Movie, The Blues Brothers... y hasta en el vídeo Thriller con Michael Jackson.  
Y ahora les dejo con más de mir relatos muy, muy cortos. Esos que yo llamo Chorraditas:
BURLESQUE AUSTRAL
De repente, una pregunta aguijoneó a Emilio Mapamundi.
En el aeropuerto pidió un billete para el primer avión que saliera a cualquier parte del hemisferio sur, le dieron un pasaje para Buenos Aires.
Al llegar al aeropuerto de Ezeiza se dejó llevar por el tropel de pasajeros soñolientos hasta tomar un taxi que le dejó en un local nocturno del barrio de Pompeya.

Cuando la primera bailarina apareció en el escenario se disipó la incógnita que ofuscaba a Mapamundi: en el hemisferio sur las borlas de los pezones de las bailarinas giran en la misma dirección que en el resto del planeta.
EL EGOISTA

Era casi la una de la madrugada cuando sonó el teléfono. Su voz parecía pasada por un tamiz de alcohol: “Eres un egoísta indeseable que no piensa más que en sí mismo. Adiós para siempre”. Clic.
Se acercó hacia la mesa preparada desde las nueve para una cena de reconciliación con velas. Abrió una botella de vino, encendió una vela y acercó un cigarrillo a la llama. Permaneció en silencio observando una ascendente espiral de humo azulado. “Egoísta indeseable…” –chasqueó la lengua-. Observó la mesa dispuesta y pensó en voz alta:

-Ahora me tendré que calentar la cena.
ENTRE SÁBANAS
Ella le abraza con fuerza. Ansía pasar la noche con él, pero algo la hace sentirse incómoda.
-Espero que no te importe… creo que aún tengo un poco de regla.
Él le besa los entrecerrados labios y le dice que no se preocupe: “No pasa nada por un poquito de sangre”.
Por la mañana, ella se despierta al notar un rayo de sol que calienta sus parpados. Él, parece dormir profundamente, con un leve ronquido como el de los gatos cuando les rascan detrás de la oreja.
Aparta un poco la colcha y descubre con disgusto una pequeña mancha rojiza sobre la funda del colchón. Cuando mira hacia abajo aparece más sangre, mucha sangre. Una ligera sensación de pánico se apodera de ella al ver las sábanas empapadas. Enciende la lamparita de la mesilla y levanta la colcha.  Desde los pies de la cama unos ojos entornados e inmóviles parecen mirarla. Ahora siente un rápido alivio. No ha sido el periodo. La sangre procede de una cabeza de caballo seccionada.
CÓCTEL "ENTRE SÁBANAS"
 Preparar en coctelera: hielo, 1/3 Ron blanco, 1/3 Cointreau, 1/3 Brandy
Añadir una cucharadita de zumo de limón
Agitar bien y servir en copa de cóctel.

CUANDO SALTA EL TIBURÓN

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Saltar sobre el tiburón (Jumping the Shark) es una expresión que se usa cuando a los guionistas de una serie de TV se les va la olla e introducen situaciones absurdas o enrevesadas para recuperar audiencia. Normalmente eso anuncia el declive de la serie. El origen de esta expresión está en una escena de la serie Happy Days (Días felices) en la que el personaje de Fonzie salta sobre un escualo:

Aquí, algunos ejemplos:
LOS COLBY (1985-1987)

Puede que el mayor salto sobre el tiburón de la historia. ¿Alguien recuerda esa Spin-Off de Dinastía? Solo duró dos temporadas. Al ver que la audiencia no remontaba los guionistas decidieron que el  personaje de  Emma Samms (Fallon Colby) se encontrara  en mitad de una carretera desierta con un Ovni, con marciano incluido, que baja del cielo para llevársela, con un patidifuso Charlton Heston contemplando la abducción.
EXPEDIENTE –X (1993- 2002)

La serie perdió mucho al descuidar los casos paranormales de las primeras temporadas y acentuar los problemas personales de los protagonistas. Al final de la 7ª temporada, la más floja, en un capítulo titulado Jumping The Shark (el guiño estaba claro) Fox Mulder (David Duchovny)  resulta abducido por extraterrestres y abandona la serie. Robert Patrick -  T-1000, el cyborg que cambia de forma en la película de James Cameron Terminator 2: El juicio final- se sumó al elenco acompañando a Scully (Guillian Anderson) y recuperando el tono de anteriores capítulos – a eso los guionistas lo llaman Huida hacia atrás- lo que fue un acierto, pero la mítica Expediente –X sólo duró otras dos temporadas.
LOST (2004-2010)

En mi opinión, a esta magnífica serie le sobraban las tres últimas temporadas. Los guionistas la embrollaron hasta casi convertirla en una parodia de si misma con nuevas propuestas narrativas que no acabaron de funcionar. Demasiados flashbacks, historias paralelas, viajes temporales…  LOST fue decayendo hasta su famoso final que desconcertó a sus seguidores. ¿Qué pasó realmente? ¿Todo fue un sueño? ¿Estaban muertos? ¿una realidad alternativa a lo Phillip K. Dick? Se formaron dos bandos, los que opinaban: “El final de LOST me pareció una estafa” y los que respondían: “Eso es que no lo entendiste”. Durante una cena en casa de unos amigos asistí a una de esas discusiones que se prolongó hasta la madrugada.
PRISON BREAK (2005-2009)

Inicialmente Prison Break solo tenía que durar una temporada, pero su éxito motivó que se prolongara con una pasable segunda temporada con tramas y personajes adicionales. Posteriormente se realizó una tercera con una trama muy forzada, recluyendo de nuevo a todos los protagonistas –incluidos Bellick y Mahone- en una cárcel panameña (Sona). La cuarta temporada (que no he visto) no debió resultar mucho mejor pues su capítulo final fue estrenado directamente en DVD.
LOS SERRANO (2003-2008)

También hay una serie española en la que saltó el tiburón. Los Serrano, la costumbrista serie con mayor audiencia de Tele-5 acabó su octava y final temporada dejando alucinados a sus seguidores: todo había sido un sueño.
 Diego Serrano (Antonio Resines) se tira por un puente. Cuando abre los ojos aparece el rostro de Lucía (Belén Rueda) que anteriormente había muerto atropellada. Diego la mira alucinado: "¿Qué haces aquí?". "¿Y tú?", sonríe ella incorporándose de la cama. "Te recuerdo que nos casamos ayer".
Diego y Lucía bajan a la cocina y se encuentran con una escena muy similar a la que da inicio al primer capítulo de la serie.

¿Qué opinan? ¿Ya han empezado a ver una amenazante aleta de tiburón merodeando por su serie favorita? Parece que eso está pasando ya con The Walking Dead. ¿Saltará el escualo en Juego de tronos? Espero que no, por favor…
EL MONSTRUO DE HAWKLINE
Recomiendo esta divertidísima novela  -aquí publicada por Blackie Books- de la que acabo de hacer esta portada para Inglaterra: El monstruo de Hawkline. Un western gótico. Su autor, Richard Brautigan (1935-1984) fue todo un personaje. Era adicto al sexo (incluía su número de teléfono en algunas ediciones para que sus lectoras contactaran con él) y decía que su máximo deseo era escribir un libro que finalizara con la palabra mayonesa.

Me despido con un relato corto -FUNDIDO EN NEGRO-  que se incluirá en una selección de cuentos en catalán: Mai és massa (Nunca es demasiado) de la editorial El Call:

El rayo de luz matutina que traspasa las cortinas despierta a Eustaquio Épsilon de un confuso sueño con aviones que bombardean la ciudad con bombonas de butano.
Al incorporarse, luchadores de sumo se embisten en el interior de su cabeza y su estómago comprimido envía acidez a su garganta. La típica resaca de fin de semana. No reconoce la habitación. Está claro que es un hotel, sencillo pero agradable, con madera reluciente y tabiques con paneles color aguacate. Ya había pasado antes por esta experiencia.
Pero cuando Eustaquio mira hacia el otro lado de la cama no puede creer lo que ve: una chica preciosa, muy joven, durmiendo con expresión satisfecha y dejando escapar aire con suaves bocanadas. La sábana le tapa la mitad inferior del cuerpo dejando a la vista una espalda firme y bronceada. Eustaquio acerca la nariz a la cascada de rizos castaños y percibe olor a champú con aroma de melocotón.
Pero la habitación también alberga ese olor de marea baja propio de la actividad sexual. En el suelo Eustaquio distingue unas braguitas blancas con el dibujo de Hello Kitty y también un condón color fucsia evidentemente usado.
Confuso y tambaleante Eustaquio se dirige al lavabo.  Frente al espejo inclina la cabeza en ángulo oblicuo para examinarse: ojos vidriosos, nariz que parece una masa esponjosa y prominente barriga que asoma por encima de la pica. Se sienta en la taza del inodoro. “¿Cómo puedo haberme llevado a la cama a una belleza que no aparenta más de dieciocho?” –piensa- “Y más me vale que tenga dieciocho años…” Intenta recordar algo de la noche anterior pero sólo acuden ráfagas intermitentes, como una escena rodada por David Lynch.
 Había ido al bar Belladona como todos los viernes, eso seguro, ¿pero qué más?
Eustaquio Épsilon no sabe –y de haberlo sabido ya lo habría olvidado- que la chica que ahora duerme plácidamente en la habitación del hotel irrumpió la pasada noche del viernes en el Belladona y se confirmaron sus sospechas al descubrir en la zona más oscura del bar a su novio magreando apasionadamente a una compañera de la facultad. “¡Ahora vas a ver –le grito furiosa- como me voy a la cama con el primer tío que se me ponga a tiro!” Giró sobre sus talones y chocó de bruces con Eustaquio que le volcó en la camiseta la mitad del vaso de Jack Daniels con cola que sostenía en la mano.
-Ooops… lo siento -.Balbuceó Eustaquio.
Fin del flashback.
Fundido en negro.



¡HE SOBREVIVIDO A LA COMIDA DEL HOSPITAL!

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 Aquí estoy de nuevo dispuesto a seguir dando la brasa después de tres días en el hospital (había de pasar sólo una noche, pero pillé uno de esos virus que pululan por los quirófanos)  Nada, una sencilla operación de menisco -artroscopia-, tres grapitas, una muleta y a la calle.
El personal, excelente y afectuoso, pero la comida... el caldo agrio, la carne reseca, y el pescado sabía a rayos. No pensaba más que en hacer un plato -Spaghetti con salsa de coñac- del que incluyo la receta al final de la entrada.
Ah, para matar el tiempo también he escrito alguna que otra chorradilla:



LOS TEMIBLES PIRATAS (A medias con Daniel Zbel)
Cuando los piratas irrumpieron sable en mano en los aposentos de la hija del virrey ella se había situado frente a la ventana que daba al alcantilado. Las olas rugian contra los peñascos y su cabello se agitaba como alas atrofiadas. El capitán pirata la señaló con un dedo ensortijado.
-¡Tú! ¡Te vienes al barco con nosotros!
-¡Me niego a ser ultrajada por unos viles piratas! -respondió altiva
El capitán recibió sus palabras con aguda risa de falsete.
-Tranquila, milady. Yo y mi tripulación somos todos homosexuales. Te queremos  para cocinar, fregar la cubierta, zurcir velas y hacer el dobladillo de nuestras casacas.
La hija del virrey miró por la ventana y volvió a considerar lo de arrojarse por el alcantilado.
THE LAST CHANCE SALOON


Acodado en la barra el dueño del Saloon contempló al recién llegado que se acercaba haciendo resonar sus espuelas sobre las tablas.
-¿Qué le sirvo, forastero?
-No soy forastero –respondió el recién llegado.
El dueño del Saloon decidió que hoy cerraría pronto; ya le habían chafado el día.
UN BUEN MUCHACHO


En la ciudad de Tebas, en Grecia, vivía un chico que quería mucho a su madre, la adoraba; de hecho, estaba enamorado de ella… pero ya no podía hacerle el amor.
Le incomodaba que su padre estuviera en la habitación mirándoles.
Al pasar por delante de la habitación de sus padres oyó un susurro: “Edipito…” Era su madre que le llamaba desde la cama vestida con un sugerente camisón. El joven se acercó a la puerta y vio a su padre detrás de la cortina mirándole con una expresión entre interrogadora y lasciva. Ni hablar.
A Edipo no le gustaban esas fantasías.

HE HECHO HABLAR EN CATALÁN A WOODY ALLEN
También he pasado por el estudio para una prueba, esta tórrida escena entre Allen y Charlize Theron. Traduzco el diálogo que no tiene desperdicio:
CHARLIZE: -¿Qué hace en mi armario ropero?
ALLEN: -Vaya... hola.
CH: -Usted es uno de esos detectives babosos¿no? Un sabueso, un rastreador...
A: -No, soy un investigador de seguros baboso. Los detectives son románticos, yo soy sólo baboso.
CH: -¿Se excita acariciando zapatos de mujer?
A: -A veces acarício a la mujer entera.
CH: -No me gusta usted.
A: -Es que a la gente le entro despacio. Podríamos quedar usted y yo más tarde y vamos entrando...
(La maldición del Escorpión  de Jade. 2001)
 
SPAGHETTI CON SALSA DE TOMATES Y COÑAC
La receta preferida de Sofía Loren. Miren lo hermosa que se puso de tanto comerlos.
Cocinar en una sartén con aceite cebolla picada hasta que tome color. Subir el fuego y verter un vasito de coñac. dejar evaporar unos 30 segundos y añadir tomates pelados y cortados en dados.
Sazonzr con sal y pimienta mientras la pasta cuece en abundante agua salada. En 15 minutos los tomates se habrán reducido, escurrir la pasta al dente, echarla en la sartén y mezclar bien con la salsa.
Servir con unas hojas de albahaca y pimienta negra recién molida.

LA INCORRUPTA HAMBURGUESA DE ISLANDIA

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En el 2009, cuando el crack financiero islandés, McDonald´s decidió cerrar su única hamburguesería en Islandia,  que se unía a Albania, y Bosnia en el grupito de países europeos que no cuentan con ningún local de Ronald McDonald.
Sin necesidad de nevera ni otros medios especiales de conservación, uno de los McMenú vendidos el día del cierre, con patatas fritas incluidas, sigue intacto más de seis años después, sin haberse podrido ni apenas deteriorado. 
 Hjörtur Smárason es un joven islandés que compró el último McMenú vendido en Reikiavik el 31 de octubre del 2009. El lote contenía la típica cheeseburger, compuesta de queso y carne, y un paquete de patatas fritas.
La dejó olvidada en un rincón de su casa, dentro de una bolsa de plástico. No fue hasta al cabo de tres años cuando, con motivo de un traslado, encontró de nuevo la hamburguesa y pudo comprobar que seguía tal cual. El pan se había secado, pero, por lo demás, ni olía mal ni nada hacía pensar que el producto estuviera en proceso de descomposición. Smárason decidió donarla al Museo Nacional de su país pero fue rechazada, así que Smárason la entregó al Bus Hostel, en el centro de Reikiavik. El McMenú tiene tan buen estado que algunos clientes han comido de sus patatas fritas... Ecs.
De momento, ya le estoy dando vueltas a un relato en el que descubren en una cámara frigorífica del abandonado McDonald´s islandés el cadáver incorrupto del payaso Ronald McDonald (foto izquierda) 
Un tema muy candente: las apariciones de Jesucristo en la comida. No sé muy bien por qué motivo, el Mesías  tiene una especial afición a mostrarse de repente en alimentos y objetos relacionados con los mismos:
 Este señor de Brisbane (Australia) asegura que se quedó peligrosamente dormido dejando una sartén en el fuego y una voz profunda le despertó: "Despierta, soy tu ángel guardián". Al retirar el bacon carbonizado descubrió esta imagen. Poco después se descubrió que se trataba de un foto-montaje
Claro que esas apariciones pueden mostrarse de muchas formas. ¿Les suena este rostro en un pastelito japonés?
Y, ahora, marchando algunas chorraditas:
FINAL FELIZ
Rómulo decidió entrar en unos de esos locales orientales que anuncian masajes con final feliz.
Se quitó la ropa en un reservado y se cubrió con una sucinta toalla. Pasó a una sala donde sonaba música de  koto, el arpa japonesa, y allí le recibió una preciosa chica asiática vestida con un kimono de seda y largo cabello negro recogido en la nuca. Se la veía deliciosa, fulgurante, en contraste con la ascética habitación que olía a incienso.
La experta masajista tántrica trabajaba  con su cuerpo potenciando y estimulando toda su energía sexual. Le indicó a Rómulo que se pusiera boca arriba. Parecía que, bajo su toalla, alguien levantaba una tienda de campaña. El momento culminante se acercaba. La tensión se sentía como un calor excesivo, insoportable. La muchacha sacó un libro y leyó:
“Cuando Cenicienta se presentó en la boda, dejó a todos admirados de su extraordinaria belleza; el príncipe que la estaba aguardando le cogió la mano y bailó toda la noche con ella. Después se fueron al palacio donde vivieron muy felices rodeados de hermosos niños de dorados cabellos. FIN.”
 -Zài-Jiàn! – (Adiós) dijo cerrando el libro. Saludó con un movimiento de cabeza y se marchó.
HORARIO DE VERANO
El otro día adelantaron los relojes una hora y el sol se confundió. Salió dos veces. Ahora todo tiene dos sombras.
(Foto: El perseguido, de Antoni Arissa)
LAS PAREDES HABLAN
"Ya los oigo otra vez" -,pensó Montresor mientras se servía una copa de amontillado con la seguridad de alguien que ha bebido muchas en su vida. "Fortunato y Berenice... siempre cuchicheando, susurrando... hasta los oigo haciendo el amor apasionadamente toda la noche, con testaruda energía."
Montresor se sirvió un segundo vaso y murmuró:
"Tendría que haberlos emparedado por separado."

PELÍCULAS CON HUEVO DE PASCUA

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Se conoce como Easter Egg o huevo de Pascua en el cine a aquellos detalles o guiños dirigidos al público más avispado. Cameos, elementos ocultos…  Posiblemente las apariciones de Alfred Hitchcock en sus propias películas fueron el primer Easter Egg.

Ahora, el más frecuente son las breves apariciones de Stan Lee en las películas sobre superhéroes de la Marvel.

Empresas como Marvel, Disney o Pixar suelen usar personajes y elementos de unos largometrajes saltando a las aventuras de otras películas de forma sutil. En esta escena de Monsters S.A. una niña entrega a Sulley su juguete más preciado: el pez Nemo.

 Un huevo de Pascua para un público más maduro: en El chip prodigioso (1987) el personaje que interpreta Kevin McCarthy tiene un mayordomo filipino llamado Murnau.  El director alemán Friedrich Murnau, realizador de Nosferatu,  y su chófer filipino García Stevenson fallecieron en un accidente de automóvil el 11 de marzo de 1931. La posición en que fueron hallados los cuerpos dejaba bien claro que Murnau estaba practicando sexo oral con su chófer, una temeridad cuando se va a 120 por hora.
En una escena de Destino final-5 (2012) una de las futuras víctimas de esta saga (Emma Bell) consulta los WhatsApp de su móvil. En la pantalla vemos aparecer estos emoticones que hacen referencia a una popular leyenda urbana, se dice que si alguien recibe tres emoticones de esta luna procedente de un número oculto le quedan dos días de vida. Se está rodando una película sobre el tema: Pursuit Moon (Luna acosadora) con James Franco.

CINCUENTA SOMBRAS DE GREY
¡Se ha cumplido mi sueño profesional! ¡Me han encargado una portada para el libro más vendido de la década!!!
Por cierto... es broma.
Y ahora, vamos con las Chorraditas:
EL INTERIOR DE LA CARACOLA
En la playa descubro una caracola y me la acerco al oído. Desde el interior me llega el rugir de las olas sobre los arrecifes, las palmeras que tiemblan en el aire caliente, la playa queda atrás y en el mar interior un bote de pescadores enfila su proa hacia mí. Eh… ¿Porque van todos armados?
Cuando mis padres se enteran que me han secuestrado los piratas somalíes reaccionan inmediatamente: alquilan mi habitación.
RUIDOS NOCTURNOS




HUEVOS CINÉFILOS

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Después de mi entrada sobre los Easter Eggs en el cine he querido rendir homenaje a algunos célebres huevos que se han pasado por la pantalla
VINCENT PRICE: Egghead
En la mítica serie de TV Batman (1966-68) los malvados eran interpretados por actores famosos. Uno de los más inolvidables fue Egghead (Cascarón, en el doblaje latino) Vincent Price disponía de temibles armas secretas como huevos de gas lacrimógeno, puestos por gallinas sometidas a una dieta de cebollas.
ROBERT DE NIRO El corazón del ángel (1987)
Louis Cipher -un mefistofélico Robert de Niro- pela con maestría un huevo duro. Con sus manos de uñas afiladas rompe suavemente la cáscara trazando un círculo. He intentado hacerlo igual pero no me sale. Mientras, le explica a Harry Angel (Mickey Rourke) que el huevo simboliza el alma en algunas culturas.
LA LEYENDA DEL INDOMABLE (1967)

Paul Newman asegura en Cool Hand Luke que puede zamparse 50 huevos duros en una hora, así de chulo. Según el ayudante del director Sid Chambers, Newman llegó a ingerir doce huevos durante el rodaje de esta escena, no está mal, aunque fue superado por la norteamericana Sonya Thomas -65 huevos ingeridos en una hora- está en el Libro Guinness de 1979.
¡Y TAMBIÉN DOS HUEVOS DUROS!
La más famosa escena de Una noche en la ópera (1935)

Por supuesto, aquí no podía faltar una receta: HUEVOS ROTOS CON JAMÓN Y CHIPS DE ALCACHOFA:

Pelar cuatro alcachofas, retirar las puntas y las hojas externas. 
Cortarlas en lonchas muy finas y freír en una sartén con aceite a fuego bajo. Escurrirlas sobre papel de cocina y sazonar con sal y pimienta.
En una sartén con dos dientes de ajo freír dos huevos por persona.
Colocar los huevos fritos sobre las alcachofas (para mantenerlas calientes aconsejo reservarlas en el horno a 180º antes de servir) y acompañarlos con lonchas finas de jamón.
Bueno, como me ha quedado una entrada con mucha albúmina aprovecho para homenajear al recientemente desaparecido Leonard Nimoy con mi relato más treekie:
BATALLA EN LA GALAXIA DEL HUEVO FRITO

Después de una maratoniana sesión de siete horas de DVD de Star Trek es lógico -como diría Spock- que empiece a sentir algo de hambre. Me preparo un par de huevos fritos acompañados de pimientos del Padrón –unos pican, otros non- lo más parecido a una ruleta rusa gastronómica. Me viene una importante secreción de saliva cuando estoy a punto de mojar el pan en el huevo frito de la derecha.
 Aprieto suavemente la dorada yema con el trozo de pan y ¡Paf! El líquido se esparce por el plato tiñendo el fondo de naranja galáctico bordeando la isla de pimientos. Suena el teléfono. Me imagino que el timbre es una alarma y que el trozo de pan es la nave Enterprise en misión de salvamento para rescatar a los pimientos del Padrón, naves tripuladas por seres del planeta Galixia, que habían aterrizado en sitio equivocado: el planeta Platosh, de atmósfera aceitosa e irrespirable. Hay que rescatarlos antes de que queden atrapados por un líquido amarillo y corrosivo que atrapa inmisericorde a los que entran en contacto con él. Mientras estudio la estrategia a seguir me como uno de los pimientos. Esa nave-pimiento explota dentro de mi boca -es de los picantes- ¡Zas!y esparce el ardiente combustible provocándome un escozor de cien pares de megatones venusianos. Me como las yemas para atenuar la quemazón creando sendos cráteres donde deposito las restantes naves después de quitarles el rabito o propulsor para su mejor absorción. Los envuelvo cuidadosamente con una capa de clara y lo deposito todo sobre un transbordador de pan chapata. Una de las naves-pimiento no ha quedado bien acoplada y cae al vacío es decir, al plato, pereciendo su tripulación en el acto. Para evitar más incidentes abro la boca todo lo que puedo y engullo enteramente la flotilla para que se alojen en la seguridad de mi esófago-transportador. Mastico, misión cumplida…qué rico. El teléfono ha dejado de sonar y estoy satisfecho. Lleno un vaso de vino. La tripulación del Enterprise se ha ganado una ronda por el éxito de su misión de salvamento.

POTI-POTI DE PRIMAVERA

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Acabo de pasar unos días en Carcassonne, en el sur de Francia. Una villa amurallada donde parecen vivir en un permanente mercado medieval.
ADIÓS, UNDERWOOD
Por razones de espacio he tenido que prescindir de un armatoste muy querido; una máquina de escribir Underwood que mi família compró en 1955. Echaré de menos el sonido de las teclas, el tabulador y el rodillo. Ecos del pasado...

APRENDIENDO A DIBUJAR
Creo que los autores de esta publicidad no tenían muy claro como es eso de ser dibujante...
Y ahora, mi última chorradilla. Me ha quedado un poco guarrilla, qué le vamos a hacer... la primavera, que empieza a alterarme
LA DOMADORA
Topacio tiene una cita con Amatista, una domadora de leones.  Ella le espera en la pista del circo, frente a la jaula de los felinos, envuelta en olor a churro chamuscado y cacas de león. Cuando Topacio aparece, Amatista –vestida únicamente con un ajustado corpiño de cuero negro- hace restallar teatralmente su látigo. Los leones rugen al ver aparecer a Topacio y Amanita entra en la jaula para fustigarlos. Las fieras parecen aceptar los latigazos resignados y hasta con un punto de deleite que pone celoso a Topacio: “Amanita, ¿me das con el látigo?”. Ella le azota un poco, lo justo para causarle pequeñas heridas que ahora lame con avidez. Tendidos sobre el serrín, Topacio acerca sus labios hacia el pubis de Amanita, pelirrojo como las melenas de sus leones. Amanita agarra a Topacio por las orejas y le empuja hacia su hendidura que se abre de tal manera que toda la cabeza de Topacio penetra en la cavidad donde el aire es denso, pesado, como una selva impenetrable. “Ahora lo entiendo” –se dice Topacio-, es una versión para adultos del domador que introduce su cabeza en las fauces del león…”
A Topacio le cuesta respirar. Saca la cabeza de la vulva con un flujulento Plop. El haz de un potente foco le deslumbra. Por toda la carpa retumban los aplausos de un público enfervorizado por el algodón de azúcar y la música de organillo. En la primera fila, un niño aplaude con tanto entusiasmo que se le cae a la pista su bombón helado.

Topacio se siente ahora algo violento y se pregunta si tendrá que saludar.

¿COPYCAT?

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Mi padre me llevó a ver “Superman” en el Teatro Olimpia de Huesca entre largas colas y caras expectantes por el estreno. Al día siguiente algunos niños se arrojaron por las ventanas.
Casi ninguno levantó el vuelo.
(Óscar Sipán)

Se denomina Copycat a los que cometen actos criminales imitando personajes o situaciones reales o de ficción.
 En el Reino Unido se ha desatado una fuerte polémica por el estreno la pasada semana de la película argentina Relatos salvajes (2014). Las redes sociales se han hecho eco de las similitudes entre la tragedia de Germanwings y el prólogo de esta película producida por los hermanos Almodóvar que se inicia con un premiado cuento breve del director Damián Szifrón -¿Alguien más conoce a Pasternak?- en el que los pasajeros de un vuelo descubren asombrados que todos tienen algo en común: amargaron la vida a un tal Pasternak, el piloto, que se ha encerrado en la cabina y se dispone ahora a ejecutar su venganza estrellando el avión mientras los pasajeros aporrean la puerta desesperadamente.
“Me preocupa si el copiloto Lubitz habría visto la película que se estrenó en Alemania el pasado agosto.” Ha dicho el periodista de la BBC Tim Webber. No hay forma de saberlo, pero esto ha puesto de actualidad los fenómenos imitativos que provocaron que Superman (1978) fuera retirada de las carteleras británicas a causa de los niños que se arrojaban desde una ventana intentando volar. Aquí, otros casos relacionados:
DE REPENTE (Suddenly, 1954)

Una tranquila localidad llamada Suddenly espera la visita del presidente de los Estados Unidos. Un psicótico excombatiente (Frank Sinatra) se atrinchera en una casa y aguarda al presidente desde una ventana con un rifle de mira telescópica. En 1963 el presidente Kennedy es asesinado por el francotirador Harvey Oswald. Dos meses antes, Suddenly había sido emitida por TV. Sinatra, íntimo amigo de los Kennedy, impidió la difusión de esa película que el público norteamericano no ha vuelto a ver hasta su edición en DVD.
TAXI DRIVER (1976)

La prostituta Iris (Jodie Foster) es asediada por un taxista nocturno, Travis Bickle (Robert De Niro) que para llamar su atención dispara contra el candidato a la presidencia, el senador Palentine. Años más tarde Jodie sufre el acoso de un joven de buena familia –John Hinckley- obsesivamente enamorado de ella. En su última carta Hinckley repite una frase que Bickle le dice a Iris: “Si no me amas, mataré al presidente”. El 30 de marzo de 1981 Hinckley dispara contra Ronald Reagan hiriéndole de gravedad.
Pero no todos los Copycats son tan siniestros. Este es mi preferido:
MATAR O NO MATAR, ESE ES EL PROBLEMA (Theatre of Blood, 1973)


 Lionheart (Vincent Price), prestigioso actor de teatro, se siente muy humillado, cuando el Círculo de Críticos de Londres se niega a concederle un prestigioso galardón. Planea entonces una insólita venganza: eliminar, uno a uno, a todos los críticos con ayuda de unos vagabundos eligiendo en cada caso una muerte distinta; todas ellas inspiradas en las obras de Shakespeare. El personaje de Michael Horden lo acuchillan los vagabundos un día de marzo (“¡Cuídate de los idus de marzo, César!”)  Dennis Price es atado a la cola de un caballo arrastrándolo por la tierra, imitando una escena de la obra Troilo y Crésida…  Un Copycat muy culto. Recomiendo esta película de culto con un Vincent Price arropado por lo mejor del cine británico de entonces: Jack Hawkins, Harry Andrews, Robert Morley, Diana Rigg… que acaba de ser reeditada en DVD con material adicional.
CELIBATO (Relato)
Mug, cansado después de horas al volante, decide pasar la noche en casa de unos familiares en el campo. Es una bonita finca, de madera de calidad y el alero curvado como una ceja gigante.
Su tío Zag, un profesor universitario jubilado, le recibe precedido por su tórax de tonel. Cuando sonríe, su papada se ensancha y Mug piensa que se parece cada vez más a John Goodman.
Anochece. Los cuatro – Zag, su esposa y la prima Beg- están sentados en sillas de jardín dejándose envolver por la oscuridad y la palpable atmósfera de parentesco. El calor es sofocante pero el jardín rebosa vida. Atraídos por la luz, zumban los insolentes mosquitos que los mortifican revoloteando ante sus caras, posándose en los cuellos y los hombros.
 -Auch! –Mug se lleva una mano a la nuca. La punzada se convierte rápidamente en picor. La prima Beg le dedica una luminosa sonrisa. Mug siente un galvanizado destello de sexualidad y se pregunta cómo es que siendo atractiva e inteligente Beg nunca ha tenido pareja; al menos que él supiera. A veces había fantaseado...
-Entre los mosquitos nacen diez hembras por cada macho –dice su tío Zag por encima del gorgoteo de una fuente-. Ahora bien: los mosquitos no son polígamos, nueve de sus hembras mueren vírgenes. Son esas solteronas vírgenes las que nos pican, por donde se ve que el celibato engendra la ferocidad; como sostenía Hegel.
Mug bosteza: “Bueno, yo me retiro. Buenas noches…” Frotándose la picadura se despide de su tío Zag, besa en la mejilla a su tía y cuando se acerca a Beg la prima soltera le muerde ávida y feroz en el cuello.
RECETA
Semana Santa no es lo mismo sin torrijas. Mi abuela andaluza las preparaba así:
 Cortamos rebanadas de pan del día anterior de unos dos centímetros de grosor. ¿Torrijas de leche o de vino? La preparación es idéntica, salvo que en unas remojaremos el pan en leche y en otras en vino. A mí gustan las dos y hago mitad y mitad.
Ponemos la leche -o el vino- a calentar con una cucharadita de azúcar, una rama de canela y un pedazo de piel del limón. Lo dejamos un rato a fuego lento, pero sin que llegue a hervir. Retiramos y dejamos que se templen la leche o el vino suficientes para remojar todo el pan que ya tendremos preparado en una fuente honda.
Dejamos un rato el pan en la leche o el vino y, mientras batimos un par de huevos y ponemos aceite de girasol a calentar en una sartén.
Lo más delicado será sacar el pan de la leche -una espumadera mejor que un tenedor-, escurrirlas un poco y pasarlas vuelta y vuelta por el huevo. Las freímos en el aceite caliente y las dejamos sobre papel de cocina para que suelten el aceite sobrante. Ahora sólo queda pasarlas por azúcar y canela para que el exterior quede bien bonito y sabroso y ya está, auténticas torrijas de Semana Santa.


EL SÍNDROME CHANQUETE

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En nuestro país se conoce como Síndrome Chanquete aquellas series de televisión en las que matan a alguno de sus protagonistas:
PADRE DE FAMÍLIA

Brian, el perro intelectual y amante de los Dry Martini, muere en la última temporada de Padre defamilia. A los seguidores les –nos- sentó muy mal esa decisión. El perro de los Griffin muere atropellado mientras juega con Stewie y sus últimas palabras son: “He tenido una vida maravillosa”. Espero que los guionistas resuciten al bueno de Brian.
DOS HOMBRES Y MEDIO

Su protagonista, Charlie Sheen,  se enemistó con todo el mundo (maquilladores, compañeros de reparto…) sus problemas con las drogas dieron muchos quebradores de cabeza y la gota que colmó el vaso fue cuando puso a parir al productor Chuk Lorre. Finalmente Charlie fue sustituido por Ashton Kutcher lo que no fue bien recibido por la audiencia.
BIG BANG THEORY

Cuando un actor desaparece de una serie por muerte real se le llama Síndrome Phil Hartman, nombre del doblador de Los Simpson (suya era la voz de Troy MacClure, entre otras) asesinado por arma de fuego. El personaje de la señora Wolowitz, la dominante madre de Howard y de la que solo oíamos sus gritos, fue eliminado cuando la actriz que lo interpretaba –Carol Ann Susi- falleció víctima del cáncer. Debbie Wolowitz alcanzó gran popularidad a pesar de que nunca salía en pantalla.
VERANO AZUL

La serie más veces repuesta de la televisión española y que dio origen a este síndrome con la muerte de Chanquete, el popular pescador interpretado por Antonio Ferrandis. Lo increíble es que 33 años después la muerte de ese personaje arrasó en las redes sociales el pasado 29 de junio del 2014. Muchos tuiteros lloraron hasta el punto de que el  'hashtag' #Chanquete se convirtió en el 'trending topic' número uno a nivel mundial. Quien lo iba a decir…
CHORRADITAS:
EL CASO NO RESUELTO DEL INSPECTOR DURALEX

 LA MARCA

El grupo de turistas recorre las callejuelas del Gran Bazar. Entran en formación de abanico pero no tardan en reunirse en un grupo compacto.
-¡Deprisa! – dice el guía
Los turistas caminan en rigurosa fila india, algunos tocan las mercancías, todo lo palpan como si tuvieran los ojos en las yemas de los dedos.
-¡No toquen nada! –grita el guía.
Ahora el grupo avanza atropelladamente, como si estuvieran bajo los efectos de una fuerte dosis de veronal. Una masa en pantalones bermudas y camisas que resultan biliosas de tantos colores discordantes que hay en ellas. Un perro les ladra furioso.
-¡Vamos, vamos! ¡No se entretengan! –les apremia el guía.
Uno de los turistas explota:
-¡Nos tratan como ganado!
Y en ese momento, una bola de pintura carmesí -no tóxica-  impacta en su camisa biliosa.


BORGO CUMPLE SEIS AÑOS

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 Ha sido providencial. Al salir a la calle me he encontrado esta caquita de perro en forma de seis, que ni caída del cielo. (Vale, confieso que es un zurullo de pega)
Seis años, ya... gracias, muchísimas gracias a todas y todos por dar vida a este blog con vuestros comentarios siempre tan interesantes de leer. Gracias por opinar, comentar o simplemente echar un vistazo por aquí. Lo que empezó como una ventana donde mostrar mis ilustraciones –esa era la idea- también me ha ayudado para compartir con más gente mis anécdotas, relatos, curiosidades y frikadas varias. Para esto y aún más cosas. Un abrazo desde mi querida Transilvania que es su casa. 
He decidido hacer una entrada típica borgiana (de Borgo) con uno de mis relatos cortísimos, receta y algunas ilustraciones:
EL DESPERTADOR INDIO (Relato)
 El viajante deja caer sus maletas sobre la maqueta y mira desdeñoso la habitación. El Hotel Arapahoe no cumple con las expectativas.
Al revisar su equipaje descubre que se ha olvidado el móvil en el anterior hotel, en otro país. Es muy tarde y mañana tiene que madrugar. Coge el teléfono y pulsa el botón de recepción para pedir que le despierten temprano pero nadie contesta. “Vaya hotelucho” –masculla, pero su nombre Arapahoe le sugiere una idea: el despertador indio. Recuerda haber leído en alguna parte que los sioux, cuando tenían que atacar al alba, bebían mucha agua antes de dormir para que las ganas de orinar les despertasen. Tiene una botella de litro de agua mineral en la maleta y se la bebe a pequeños sorbos mientras mira una vocinglera tertulia por televisión.
El despertador indio ha funcionado, poco antes de las siete el viajante desciende las escaleras hacia el comedor del hotel para desayunar.
En recepción entrega la llave a un conserje de chaqueta color mostaza y ojos desdeñosos. Cuando  paga la cuenta advierte que le han incluido unos extras que no ha pedido. Se lo dice al conserje, éste empieza a vociferar groseramente y el viajante pierde los estribos. Le dice al conserje que es un hijo de coyote –por como huele- y serpiente de cascabel -por hablar con lengua bífida-  y le abre la cabeza de un certero golpe de Tomahawk.
PORTADAS CON BIGOTE

 Mira que ya es casualidad, en mis dos últimas portadas los bigotes son los protagonistas: en Tonto,muerto, bastardo e invisible, un desempleado supera su crisis gracias a un bigote postizo que lo transforma en otro. El bigote (The Mustache) cuenta la kafkiana historia de un hombre que se afeita un bigote que lleva años luciendo pero nadie, ni siquiera su esposa, repara en ello. Las dos novelas se encuentran actualmente en las librerías.
Ahora una receta: langostinos a la sal. Ya sé que no es muy económica pero bueno, hoy en Borgo es un día especial. Además es facilísima de preparar.
 Utilizaremos sartén de fondo ancho y con tapa. Ponemos sal gruesa en toda la superficie de la sartén y encendemos el fuego para que esta adquiera calor. Encima de la sal gruesa colocaremos los langostinos. Durante un minuto dejaremos los langostinos en contacto directo con la sal y al fuego; una vez transcurrido este periodo, apagaremos el fuego y taparemos la sartén con un plato o con una tapa, pero en ningún caso daremos la vuelta a los langostinos. Estos se cocerán por efecto del calor y del vapor que se mantiene dentro de la sartén. Dejamos tres minutos, ya que de sobrepasar este tiempo la cocción del langostino sería excesiva y su textura sería demasiado blanda. Servimos calientes, después de haber eliminado el exceso de sal.
Y me despido con el mismo vídeo de mi primer aniversario bloguero que me trae buenos recuerdos. El glorioso tema Drácula Ye-Ye!!!

HISTORIAS VIRTUALES

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NARCISO REFLEJADO
 La lámpara junto al ordenador de Narciso descompone suavemente el humo del cigarrillo en hebras de color azulado. Navegando sin rumbo fijo por blogs, chats y páginas web, Narciso encuentra un apasionante rincón dedicado a él. Allí ve su foto, su currículum más o menos exagerado, sus aficiones, profesión, aspiraciones, lugares donde ha estado…  hasta un post que publicó hace tiempo en el que hablaba de los mensajes satánicos que se escuchan al poner al revés el disco del Padre Abraham y Los Pitufos.
Es una página perfecta para Narciso, hecha a su medida, y de repente se acuerda: él la había diseñado, elegido las fotos y publicado sus textos.
Narciso se ve a sí mismo reflejado en una foto-espejo mientras la web-cámara vampiriza su cuerpo.  Narciso está sentado boquiabierto, como un mudo golpeado, mientras se disuelve en un mar de bytes, entre espirales y rayos púrpura y gris.
Ahora Narciso desaparece, se ha vuelto invisible, pero al menos es un invisible dios virtual.
LA CADENA
Los antiguos egipcios poseían una civilización muy avanzada; de hecho –aunque muchos no lo saben- conocían y usaban internet.
Un día, cuando el faraón Pilatsor IV revisaba su correo electrónico, encontró este mensaje:
Seguido de unas instrucciones: tenía que copiarlo y enviarlo a otros cinco correos. El faraón hizo caso omiso y diez terribles plagas se abatieron sobre Egipto: llovieron ranas, tábanos, langostas… y los ríos se tiñeron de sangre.
Ya saben: copien este relato y envíenlo por e-mail a otras cinco personas. Si rompen la cadena su ciudad será pasto de alimañas, gusarapos y sabandijas, España nunca más ganará el Mundial ni Eurovisión y sólo encontrarán aparcamiento en las zonas azules.
Y... ¿ALGUIEN SE VIENE A VER THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW?
 El próximo día 16 la sala Music Hall (Rambla Catalunya,2. Barcelona) a las 21h. se proyectará el musical The Rocky Horror Picture Show(1975) Es un acontecimiento para ver en una sala como es debido, llena de gente disfrazada que participa con un conjunto de objetos (props) que utilizan en un momento determinado de la proyección.
-GLOBO: pinchar un globo cuando los labios de los créditos digan: When Worlds Collide.
- PERIODICO: cubrirse la cabeza con un periódico cuando Janet y Brad  (Susan Sarandon y Barry Boswick) se protegen de la lluvia.
-PISTOLAS DE AGUA: simula la tormenta cuando Janet y Brad salen del coche.
-LINTERNA: encenderla cuando Janet y Brad cantan There´s a Light.
...y otros cuatro que no recuerdo. ¿Qué, alguien se anima a hacer un poco el friki?

ESAS MISTERIOSAS ZAPATILLAS COLGANTES

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 Seguro que muchos se están preguntando qué demonios son esas zapatillas que cuelgan de cables colgantes o de la luz. Se trata del Shoefiti, un juego de palabras en inglés que combina el vocablo shoe (zapato) y grafiti.
Algunos blogs dedicados en exclusiva a recoger instantáneas de calzado colgante, aseguran que esta costumbre se inició en los barrios conflictivos de EEUU. Las interpretaciones más siniestras indican que unas zapatillas colgadas de un cable simbolizan el "trofeo" por un asesinato de la mafia ocurrido en el lugar. Otras tesis apuntan a que el Shoefiti es un código secreto de las bandas callejeras para marcar el territorio o señalizar los puntos de suministro de drogas.
También el Shoefti  es una muestra de arte urbano que consiste básicamente en colgar unas zapatillas firmadas por un artista. Se ven principalmente en barrios madrileños como Chueca o Lavapiés. Pero en otros lugares como República Dominicana son una muestra de luto por una persona recientemente fallecida.

En todo caso el verdadero origen del Shoefti sigue siendo un misterio. Hay una página (http://www.shoefiti.com) donde cualquiera puede enviar sus fotografías y vídeos sobre este fenómeno.
Y ahora, lo que me ha sugerido la llegada de los primeros calores:
TRES OPCIONES
 Este relato tiene una parte de realidad y otra fantástica; seguro que adivinan cual es cual.
Yo y otros dos amigos –Toni y Blai- solemos reunirnos en la barcelonesa playa de Bogatell antes de ir a comer unas tapas y luego una paella. Es una playa mixta–un detalle importante- con bañistas textiles y nudistas. Para matar el tiempo apostamos con las mujeres que acuden a la playa. Cuando  empiezan a desvestirse cada uno de nosotros dice: uno, si creemos que se quedarán en bañador, dos, si se quitarán una pieza, o tres, si se desnudarán del todo. El acertante se apunta un tanto y justo antes de marcharnos contamos los puntos, el que pierde paga la bebida y las tapas.
¿Y porque solo las mujeres? No es sexismo, es por pura matemática: los hombres solo llevan una pieza de bañador que pueden quitarse o no; dos opciones no son divisibles entre tres.
Si una mujer lleva bañador de una pieza queda fuera de la apuesta aunque eso sucede muy raras veces, parece que ese modelo ha pasado de moda.
Aquel día había ocurrido algo insólito: se acercaba la hora de irnos y estábamos empatados. Yo y Toni paseábamos la vista por la playa en busca de nuevos bañistas. Blai se volvió boca abajo en la arena dejando caer una toalla enrollada como una salchicha y consultó su reloj.
 -Ya es la hora de comer. Puede que no venga nadie hasta dentro de un buen rato y recordad que tenemos la paella encargada para las tres. Falta poco.
 Toni se incorporó sobre el flotador de goma que usaba como almohadón.
 -Ahí viene una chica.
“Y bastante guapa, además”, pensé. Esbelta, bronceada, enormes gafas de sol. El agua devolvía el sonido de las voces y de las risas, y ella daba la impresión de dejarlas suspendidas en el aire. Llevaba en la mano unas sandalias de moda, con pedrería y una bolsa de playa. Puso encima de la arena una toalla y se quitó su vestido de algodón. Llevaba un traje de baño –bikini- azul eléctrico.
 -Uno –dije.
-Tres –dijo Blai.
-Dos –dijo Toni.
La chica se quitó la parte superior del bikini. “Ya has perdido, Miquel”, me susurró Blai protegiéndose la parte derecha de la cara del resplandor del sol.
Los ojos de Blai reflejaron decepción cuando la chica se quitó la pieza de abajo. Toni parecía alerta; ahora todos presentíamos un inquietante presagio flotando en el aire como si fuera gas tóxico.
La joven se llevó las manos a la nuca como si desenredara una trenza y tiró con fuerza hacia delante. Su caballera castaña cayó mansamente sobre sus ojos. La piel se escurría, goteaba como la muda de una serpiente quedando ella obscenamente blanca, luego rosada, dejando al descubierto los vasos superficiales de la cabeza, la arteria temporal, la vena yugular externa, la vena subclavia… bueno, al final tenía ese aspecto:

Toni se pasó la lengua por los labios agrietados por el sol y suspiró.
 -Bueno, chicos, creo que hoy no habrá ganador. Declaramos el premio desierto y vamos a comer paella.
REFLEXIONES

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