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NEGOCIOS RAROS (3) LLÉVESE UN HOOLIGAN A CASA

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Pasé por un mercadillo y vi en un rincón una figura que representaba un hombre joven de tamaño natural. Corpulento, con expresión fiera, en la mano derecha portaba un bate de beisbol y se veía asombrosamente real.
-¿Es de cera? –le pregunté al propietario de la tienda.
-No, es de verdad –respondió el dueño-. Un auténtico ultra de los años ochenta. Ya sabe que por esa época las peñas radicales surgieron como setas: los Ultra Sur, Boixos Nois, Frente Atlético… todos los clubes de fútbol tenían su grupo ultra.
-¿Es muy caro?
 -No, qué va. Tiene escaso valor como antigüedad, pero sí como valor utilitario. Si se lo lleva a casa le romperá la vajilla y los cristales de las ventanas con el bate,  se trincará todas las cervezas de la nevera, le pintará las paredes con spray… lo normal en los ultras del fútbol.
-¿Y eso es útil? ¿Destrozarme la casa?
-¿Pero su vida no es ya bastante aburrida? Reconózcalo.
Pensé en la vajilla, los estantes en orden como siempre, las ventanas intactas… Es verdad, qué monotonía y qué falta de perspectivas…
-Vale, me lo llevo.
-¿Se lo envuelvo?
-No, pesará más de ochenta kilos, que vaya por sí solo.
Nada más cruzar la calle me preguntó de qué equipo era y al oír mi respuesta me asestó un tremendo golpe con el bate en la cabeza. Sentí que en mi vida ya había emoción y movimiento.
FIN
¿QUÉ ES LA FLANDERIZACIÓN?
Cuando una serie se alarga más de lo necesario, se da un fenómeno conocido como flanderización. (Flanderization, en inglés) Es decir, los personajes se convierten en caricaturas de si mismos. 
El término viene de Ned Flanders, antes el contrapunto de Homer Simpson, al que han exagerado sus componentes ultrareligiosos mientras que Homer pasó de ser torpe y bobo hasta convertirse en cada vez más estúpido.
También los fans de Bob Esponja han comprobado el cambio de su protagonista. Bob ha pasado de ser ingenuo pero ocurrente a acentuar su estupidez, perdiendo su esencia y pareciéndose más a su compañero Patricio.
Otro ejemplo es el de Sheldon Cooper (Jim Parsons en The Big Bang Theory) Lo que empezó como un genio extravagante se ha vuelto cada vez más maniático reconociendo en su personaje el Síndrome de Asperger .
Bueno, deseo buen regreso del verano a todos. Yo he empezado con encargos antes de lo que pensaba -falta me hacían-... con esta portada para una novela de Philip K. Dick.
Y unos chistes para la revista inglesa de humor y pasatiempos MAYDAY.
El siquiatra y el paciente en el diván... todo un clásico.





EL CERVECERO LOCO Y MÁS COSAS

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 En el año 99 pasé una temporada en París. Mis amigos del pueblo Pep, Andreu y David vinieron a visitarme. Nos entretuvimos por Montmartre y cuando decidimos cenar algo ya eran casi las diez de la noche; difícil encontrar un lugar abierto a esta hora en París.
Entramos en una brasserie alsaciana a través del vaho de humo (aún se podía fumar en los comedores) y de camareros que entraban y salían por una puerta batiente.
Empezamos mal. Cuando David pidió Pieds du cochon (pies de cerdo) el camarero le corrigió con tono ofendido: “Notrês pieds du porc a la Sainte Ecolasse” poniendo la boca en forma de culo de gallina al pronunciar la “o”. Nos trajeron jarras de cerveza con vasitos de kirsch (licor de cerezas alsaciano) y una gran fuente de chucrut con salchichas.
El chucrut resultó estropajoso, las salchichas fofas, y David declaró que sus pies de cerdo eran incomibles. No recuerdo que pidieron Pep y Andreu pero lo definieron como “bazofia”. David me preguntó:
-¿Qué tal tu rabo, Miquel?- No era una pregunta con segundas, yo había pedido rabo de ternera al vino blanco.
-Horrible. Creo que me han dado la parte del rabo que estaba pegada al cuerpo.
 Andreu llamó a un camarero y preguntó señalando al chucrut si nos lo podían cambiar por otra cosa. “¿No les gusta nuestro choucroute a l´alsacienne?” –juraría que lo dijo con retintín- Andreu respondió categóricamente:
-C´est unne merde.
Lo dijo en el momento en que se acercaba el encargado. ¿Saben lo que son los ojos de loco? El encargado los tenía.
-¿Pero qué esto? –graznó furioso-. ¿Los forasteros vienen a criticar la hostelería francesa? C´est ladernière goutte! (Es el colmo) ¡Cuando vosotros los iberos aún eráis caníbales y bebíais vino peleón en los cráneos de vuestros enemigos en París ya comíamos platos exquisitos!
Pep, el único que no entendía francés del grupo, miraba al encargado con la misma cara de pasmo que los turistas japoneses de la mesa de al lado.
-¡Y nuestro fromage Munster (típico queso alsaciano, nada que ver con la familia televisiva)  que en toda vuestra puta vida no habéis sido capaces de hacer! ¡Y aún criticáis mi chucrut!
 Apenas había tocado el intragable rabo de ternera y la jarra de litro y el kirsch se me habían subido a la cabeza, por eso intervine:
-Quand vous arrêtez de vous tromper, apporte moi un altre bière… (Cuando acabe con sus chorradas tráigame otra jarra…)
El encargado lanzó un grito de rabia.
-¡Y ese encima me habla en francés! –aulló apuntándome con un dedo.
-… s´il vous plaît –añadí en un intento de apaciguarlo. No coló. Su dedo describió un semicírculo apuntando hacia la puerta.
-Sortez d´ici!
Nos precipitamos hacia la salida pasando entre el fragor de la cocina y los camareros de chaqueta roja.
-¡Si lo cuento no me creen –dijo Andreu-. ¡El dueño nos ha obligado a hacer un simpa!
LA TORRE OSCURA
No, no es una portada para una novela de King, ya me gustaría... es una ilustración para la revista NEVERMORE especializada en literatura fantástica. Por ciero que la película no me pareció tan mala.
Hice el dibujo en buena compañía, en mi estudio con el estupendo libro de Bonavida Ponce -alias UTLA, del blog Un tranquilo lugar de aquiescencia- SMOKING DEAD. Un delirio ambientado en la Gran Plaga de los Fumadores. "Si te acostumbras, la muerte en vida podía llegar a ser soportable". Disponible en Amazon.
Y no podía faltar una receta francesa pero económica y fácil:
PASTEL PARMENTIER
En una sartén sofreír cebolla y carne picada. Sazonar con sal, pimienta y oregano. Cuando la carne tome color añadir 1 copa de vino blanco y dejar reducir.
Cubrir el fondo de una fuente para horno con puré de patata. Echar por encima el sofrito de carne picada, cubrir con una capa de salsa de tomate y encima el resto del puré extendiendo con ayuda de una espátula.
Espolvorear el pastel con queso rallado y dejar gratinar en el horno durante un par de minutos.



¡DIBÚJAME UN CORDERO!

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Un turista se perdió por un oscuro callejón de París cuando le salió al paso un fulano.
-¡Dibújame un cordero! -dijo acercándole un cuaderno y un lápiz.
-Es que yo no...
-¡Que me dibujes un cordero! -insistió el fulano sacando un cuchillo de monte.
El turista pintarrajeó en el cuaderno y se lo entregó.

-¡Vaya mierda de cordero! -gritó el fulano y le cortó la garganta al turista de un tajo.

Otra víctima del asesino en serie conocido como "Le Petit Prince".
FIN
¿EXISTIÓ UNA SERIE LLAMADA CANDLE COVE?
Subject: Candle Cove, show infantile local?
-Alguien recuerda este programa infantil? Se llamaba Candle Cove, y tenía 6 o 7 años cuando salía. No he podido encontrar ninguna referencia sobre este programa, pero creo que salía en los canales nacionales por ahí de 1971 o 1972. Vivía en Iroton en ese entonces. No me acuerdo del canal, pero me acuerdo que salía por ahí de las 16:00.
-Me siento tan aliviada de que la gente se acuerde de este horrible show!
Solía tener este horrible recuerdo, como un mal sueño donde al terminar la canción del inicio del show aparecía de una pantalla negra, y todos estaban gritando, y las marionetas se movían de manera extraña, y solo había gritos, gritos. 
 Mensajes como este han aparecido en las redes hablando sobre una extraña serie infantil, Candle Cove (La ensenada de la vela) con personajes de lo más siniestro como el Robapieles. 
Me sonaba a típica historia Creppypasta pero he encontrado mensajes de supuestos espectadores que aseguran haber visto esta serie a finales de los 80 en un canal pirata de la zona levantina -Xàtiva TV- según algunos. Todos coinciden en haber sufrido pesadillas después de presenciar sus escenas. Puede que se trate de un Efecto Mandela, gente que confunde recuerdos falsos con la realidad. Circulan algunos fragmentos de esa producción y la verdad es que dan bastante mal rollo: 
Sigo con mis chistes para la revista MAYDAY, como este del Tunel del Horror para pájaros:
Y ahora recomiendo un libro: Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre, de Belén Barroso, autora del estupendo blog Loquemeahorroen psicoanalisis. Una magnífica revisitación del mundo de Jane Austen con mucho té, carnets de baile y grandes dosis de humor.



EL INTRUSO (Relato)

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Por error entré en el lavabo de señoras y cuando me di cuenta se cerró de golpe la puerta. No podía abrirla, parecía atascada. Y allí dentro, en aquel lavabo sin ventanas, vi cuatro mujeres que se reían escandalosamente.
-Ha sido un error… -les informé. Rieron más fuerte aún.
Así que, si no les importaba y ya que había dejado claro que se trataba de un error, supliqué que me permitieran hacer aquello para lo que había entrado.
-O sea, que efectivamente has entrado a mear –dijo la más rubia del grupo.
-Pues claro.
-¿Y no viste el letrero de ahí fuera?
-A veces uno no se fija en nada y entra. Los váteres se hicieron para entrar.
-Sí, pero cada uno en el suyo.
 Volvieron a reírse a carcajadas. Otra chica dijo:
-Te proponemos un arreglo. Te sientas ahí, como haríamos nosotras, y te contemplamos mientras acabas.
-No sé si me saldrá.
-Ah, la timidez de la uretra…
-No, es que no puedo orinar si no escucho hablar al lado, o si no hay un chorro de agua corriendo.
-Eso es muy fácil, somos el coro perfecto, y yo me ocupo del chorro –añadió una tercera señalando un grifo-. ¿Y de qué quieres que conversemos?
-Eso lo dejo a vuestra elección. Pero, ¿por qué he de hacerlo sentado? Nunca lo he hecho…
-Es más higiénico y para nosotras resultaría más excitante. Te será más fácil si imaginas que eres una de nosotras, te maquillaremos.
La rubia sacó del bolso los útiles de maquillaje y se aplicó en mi cara. Una de ellas empezó a pintarme las uñas, hasta que una cuarta advirtió, entre las risas de todas, que ya me había meado encima.

FIN
TRES EXTRAÑOS MUSICALES
La La Land ha vuento a poner de actualidad las películas musicales que tuvieron una época dorada a finales de los setenta con Fiebre del sábado noche (1977) y Grease (1978) ambas producidas por Robert Stigwood, aunque también tuvieron experimentos fallidos:
SGT PEPPER´S LONELY HEARTS CLUB BAND (1978)
 Tras los exitazos anteriores, manager de los Bee Gees, quiso adaptar al cine el famoso disco de los Beatles quienes declinaron actuar en la película -aunque George Harrison se avino a coproducirla-, así que Stigwood pensó en poner en su lugar a los Bee Gees ¡Ay, pero si son tres! así que añadió a Peter Frampton de relleno y solucionado. Una idea tan descabellada como rodar una versión de Qué noche la de aquel día con los Stones, aunque participaron celebridades como Aerosmith, Steve Martin, Earth&Wind&Fire y Alice Cooper.
La película fue un fiasco y más tarde Stigwood volvió a pinchar con Stayin Alive (1983) secuela de Fiebre del sábado noche protagonizada por John Travolta y dirigida por Sylvester Stallone por lo que decidió no producir más películas musicales.
XANADÚ (1980)
 Con Olivia Newton-John y Gene Kelly. Olivia es Kira, una musa que inspira con un beso a un pintor (Michael Beck) y, naturalmente, se enamoran. Al mismo tiempo, un viejo músico (Gene Kelly) sueña con abrir un club nocturno al viejo estilo, un proyecto en el que Kira y Sonny se involucrarán... Los años 40 se encuentran con los 80 en "Xanadú". Un intento de conciliar el clásico y el moderno musical que no cuajó por su guión flojo y confuso.  Xanadú tuvo el dudoso honor de ser la primera película ganadora de los premios Razzies ,otorgados a los peores films de cada año.
CAN´T STOP THE MUSIC (1979)
 El que tenía que ser el primer musical abiertamente gay con los Village People. 
Steve Guttemberg (Loca academia de policía) es un compositor que comparte piso nada menos que con Felipe Rose (el indio) y deciden formar un grupo. Salen a la calle y fichan a todo bicho viviente disfrazado que encuentran –el motero, el policía, el cowboy…-  un delirio con un look muy setentero (shorts ajustados, patines, peinados imposibles…) a destacar la escena en que los Village y la protagonista femenina, la ex stripper  Valerie Perrine,  se meten en el gimnasio y las duchas de un YMCA a ritmo de la famosa canción mientras Perrine pone cara de “voy cachonda perdida” viendo tanto chico cachas y ligero de ropa levantando pesas.
Malísima, con un guión imposible pero entretenida si uno está dipuesto a verla con nostálgico sentido del humor.

TARÓN Y EL CALDERO MÁGICO, LA PELÍCULA MÁS DESCONOCIDA DE DISNEY

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 Y la más terrorífica. A fines de los setenta los Estudios Disney estaban dirigidos por Ron Miller, el yerno de Walt, que decidió captar al público juvenil. Lo intentó con Tron (1982) la primera película con animación digital que fue un fracaso en taquilla, aunque luego se ganara el status de película de culto.
Miller depositó su confianza en Taron, basada en los cinco libros de ‘Las Crónicas de Prydain’ del escritor Lloyd Alexander.
 Don Bluth, director de animación, admiraba la fallida El señor de los anillos (1978) que Ralph Baksi rodó con el sistema  Rotoscopio, que permitía pintar sobre personajes reales consiguiendo mayor realismo. Bluth intentó contratar a Baksi pero éste sólo aceptó hacer algunos bocetos y sí, se nota la mano de Baksi en el personaje del Rey Horned. Su aspecto cadavérico, con ojos llameantes, y su voz (John Hurt, en el original) aterrorizaron a los niños de la época.
 En el equipo de animadores se encontraba el joven Tim Burton que pasó bastante del tema y dedicó la mayor parte del tiempo a preparar bocetos para su proyecto Pesadilla para antes de Navidad .
Taron y el caldero mágico (1985) destila un clima de esquizofrenia, pues junto a los característicos e infantilizados secundarios disneyanos (la cerdita Hen Wen) desfilan zombis, muertos decapitados…  
 Otro ejemplo del malditismo de la película es su protagonista femenino, Elena, que a pesar de ser princesa nunca ha sido incluida en el elenco de princesas Disney.

La película se saldó con el mayor fracaso de taquilla en la historia de los estudios (no apareció en  video hasta 1988, trece años después)  y el nuevo director de Disney, Mike Eisner, decidió dirigirse al público infantil. La jugada le salió bien, apostó por La sirenita (1989) que fue un exitazo.
EL GATO DE SCHÖRINDGER
En Big Bang Theory se menciona a veces este experimento: un gato en el interior de una caja sellada con una cápsula de veneno que puede romperse. Hay el 50% de posibilidades de que eso ocurra. Por eso, según la lógica cuántica, durante un tiempo el gato está a la vez vivo y muerto.
¿Pero y si al abrir la caja el gato se ha convertido en zombi? ¿Cómo afectaría eso al experimento? Se admiten teorías.

Ya tocaba una receta:
 POLLO A LOS VEINTE DIENTES DE AJO
Se prepara con un pollo entero, vaciado y listo para asar.
Frotar enérgicamente el pollo con aceite y sal gruesa.
Rellenar con veinte dientes de ajo (ni uno más ni menos o ya no sería esa receta y tendría que llamarse de otra manera) medio limón y una hoja de laurel.
Rociar con cava o vino blanco y dejar en el horno a 250º. Estará listo en 45 minutos esparciendo un delicioso olor por la cocina. Conviene rociar el pollo con su jugo durante la cocción. En fin, más fácil imposible.






EL ESPANTAPÁJAROS (Cuento de Halloween)

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 -Cuidado con los espantapájaros esta noche - les advirtieron en la posada a Mia y Mara.
Las dos amigas habían decidido pernoctar en un pueblecito centroeuropeo de camino a Dubrovnik. Ese pueblo diminuto y remoto sólo resultaba interesante una noche al año.
"La última noche de agosto -decían las guías turísticas- la gente del pueblo traspasa a sus espantapájaros todo el mal que pueda haber entre ellos por medio de un antiguo ritual. Luego se encierran en sus casas hasta el alba, pues esa noche no sale nadie exceptuando a los espantapájaros según los pueblerinos."
Mia y Mara pasaron la tarde contemplando a los lugareños que recorrían los cultivos en procesión.  Habian cuatro andrajosos espantapájaros, no más, figuras tristes inclinadas sobre los campos dorados. Unos ancianos entonaron extrañas canciones, luego el silencio cayó sobre la multitud y todos se precipitaron hacia el pueblo. Antes Mia se volvió a mirar a los espantapájaros. Se veían inquietantes bajo la luz del crepúsculo, como si sus rostros inexpresivos esperasen ansiosos la llegada de la noche.
 A las dos turistas les pareció que la posada tenía ahora un aspecto distinto, sobrecogedor. Pronto oyeron correr un pesado cerrojo a sus espaldas.
 En su cuarto, avanzada la noche, Mia oyó a Mara quejarse de un olor desagradable, un relente a establo y humedad. Mara le propuso salir fuera a fumar un cigarrillo pero Mia fingía estar dormida.
Cuidado con los espantapájaros esta noche...
La inquieta Mara no podía soportar tanta ociosidad. Se levantó de la cama con un estrépito de muelles, luego Mia escuchó sus pasos al abandonar la habitación y por último el chirrido del cerrojo.
Mara fumaba un cigarrillo recostada en una pared de piedra bajo la vacilante luz de un farol. Aquel instante se llenaba de un estremecimiento invisible de sutiles alientos. Todas las sombras, todos los bellos fantasmas.
Una silueta surgió detrás de ella y la agarró por el cuello.
-¡Suéltame! -gritó Mara.
Pero lo que fuera que la había levantado en vilo acababa de hacerse invisible y, para el resto del mundo, desaparecieron en la oscuridad.
Cuando Mara regresó al alba todos estaban esperándola.
-¿Estás bien? -le preguntó Mia que no había podido conciliar el sueño.
-Claro que estoy bien -respondió Mara.
Entonces ¿por qué tenía el cabello desordenado? ¿Y esos hematomas en el cuello? ¿Y su expresión ausente?
 Mia sintió una culpa no expresada. El alegre sentimiento que había animado el viaje parecía haberse esfumado. Decidieron regresar a casa. No volvieron a verse hasta...
Doce años después. Mia estaba segura de haber visto antes a esa mujer ante la escuela, separada del rebaño de mamás que esperaban para recoger a sus hijos el primer día de curso.
-¿Eres Mara, verdad?
Se separó un tanto y sus ojos parecieron vacilar.
-Sí... y tú eres Mia. Apenas has cambiado -Su voz era fría, con una nota discordante de dureza.
-¿También esperas a tu hijo? -preguntó Mia y en ese momento sonó la campana. Todos los niños se precipitaron hacia la verja.
-Sí, allí está...
Mara señaló a un niño alto, huesudo, con ojos brillantes. Los trigueños mechones de su cabello eran tiesos y sobresalían de su cabeza como si fueran de paja.
-¡Ese niño parece... -susurró Mia.
Como si leyera sus pensamientos el niño se la quedó mirando maliciosamente. Extendió los brazos hacia los costados con las manos colgando fláccidas. Ladeó la cabeza y soltó una estridente carcajada.
- ...parece un espantapájaros!!! 
FIN
PROBLEMILLAS DE CENSURA
"¿Qué le hace pensar que su marido le ha sido infiel?" Los ingleses me rechazaron el chiste alegando que MAYDAY es una revista familiar y no pueden aparecer cigarrillos. Luego me lo dejaron pasar a cambio de suprimir el humo para que no parezcan encendidos. ¡La pera!
Los días 1 y 2 de noviembre estaré en Pratdip (Tarragona) un pueblo famoso por su leyenda de los perros-vampiro, incluso aparece uno en el escudo del pueblo. La cosa promete: mercado medieval con productos mágicos, Pasaje del terror... y hasta un concurso de gritos. ¿Alguien se apunta?
¡Feliz Halloween!


VENTISCA. MI RELATO ARGENTINO

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La ventisca llamaba a puertas y ventanas con el violento nerviosismo típico de los vientos del Sur pero nadie tenía ganas de levantarse y abrirle. Éramos tres –Sergio, Juan y yo- tragando arena en una casa rodeada de dunas en General Acha, en La Pampa. Dunas. Dunas de crestas irregulares que parecían amontonadas sobre otras dunas…
 Sentados en unos sillones viejos mojábamos con cervezas el polvo que se nos había quedado en la garganta hasta convertirlo en barro y escuchábamos música, mucha música, sobre todo a Spinetta.
Una noche de julio las cosas empezaron a ir mal y es que la ventisca regresó esa noche antes de lo normal de molestar en otros sitios. Por la ventana, mientras jugábamos a las cartas, la vimos arrasando el tejado y saltando en círculos como una loca.
-Esto acabará mal –murmuró Sergio liando un cigarrillo.
Y entonces la ventisca se cayó de la azotea haciendo añicos el equipo de música. La baraja se desparramó y el humo de los cigarrillos se mezcló con el olor de las cervezas que ella había volcado.  Nos quedamos mirando con ojos entornados la ventisca que yacía en el suelo en medio de aquel desorden ciclónico hasta que Juan dijo:
-No la podemos dejar ahí, metedla en mi habitación.
 Cargamos la ventisca entre los tres de lo mucho que pesaba.
Toda la noche se la pasó la ventisca roncando en el colchón de Juan. Sergio preparó mate y se lo dio a la ventisca. Ella se encontraba mal y había vomitado un poco; una especie de pequeños remolinos de aire comprimido. Era la primera vez que fumaba y bebía y se quedó a dormir con Juan la noche siguiente en lugar de ir a molestar a otro sitio.
Juan habló mucho con ella durante ese tiempo y trabaron una buena amistad, hasta le enseñó a jugar al Truco y nos daba unas palizas de las buenas. Pronto nos acostumbramos a verla jugando a los naipes y bebiendo cerveza antes de retirarse a la habitación de Juan. Resultaba curioso pensar que unas semanas atrás había estado soplando con fuerza y echándonos arena a la cara.
Una mañana, Sergio y yo estábamos en la cocina cebando el mate cuando apareció Juan. Tenía una expresión atónita.
-Hace un mes que a Ventisca no le viene la regla –anunció.

FIN
EL POMBERO, UN DUENDE GORRÓN
Dicen que quienes se encuentran con el temible Wendigo pierden su alma, la irlandesa Juanita Dientesverdes se come a los niños y el yeti sigue haciéndose el escurridizo. Entre los seres fantásticos un caso especial es el Pombero, el desdichado que paseando por la selva del norte de Argentina se cruce en su camino éste le pedirá tabaco negro. Esto es lo que hace el Pombero, algo tan familiar como gorrear tabaco. Eso sí, quien no se lo dé sufrirá las consecuencias: su ganado se dispersará, los muebles se estrellarán contra las ventanas y el Pombero se le aparecerá en mitad de la noche con la forma de un asno sin cabeza.
En la película "Embrujada" (1969) el Pombero se topa nada menos que con Isabel Sarli -actriz apodada la 135 por su talla de sujetador- y se entregan a los placeres carnales. Supongo que una vez consumado el acto el Pombero jadeante le susurra al oido a Sarli:
-¿No tendrás un cigarrito? Ahora me apetece mucho.
ESCALOPA MILANESA A LA NAPOLITANA
 A pesar de su nombre no tiene origen italiano sino argentino, podríamos dedir que es como una pizza con base de carne en lugar de pan, cubierta de salsa de tomate y queso. Como no tengo a mano ningún dibujo de escalopas he puesto mi última portada para una novela argentina. 
Salpimenta  los filetes y los introduces  en huevo batido, a continuación pasa por pan rallado.
Fríe en abundante aceite caliente pero no los hagas demasiado, ya que se cocinará luego unos minutos en el horno.
Coloca en la bandeja del horno, con papel de hornear debajo mejor, y cubre con salsa de tomate.
A continuación amolda al tamaño del filete, lonchas de jamón cocido y por encima queso rallado a tu gusto.
Por último, un toque de orégano e introduce en el horno precalentado a 200º Deja que gratine y listo.
Se suelen acompañar con patatas fritas.

CINCO DÍAS DE ESPANTO

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El spot me salió en Youtube, mientras se cargaba el video principal.
No salió lo de Podrá saltarse el anuncio en…  Duraba 20 segundos, primero, un texto: “Help for Haiti” bajo el logotipo de una conocida ONG. Esperaba las inevitables imágenes de gente desnutrida vagando entre los escombros tras el paso del Huracan Matthew, pero en su lugar apareció un palacete desconchado del periodo colonial francés. La cámara penetró por un pasillo con grietas llenas de musgo y al fondo un niño con rastas sentado en una silla.
Su tez muy oscura parecía iluminada por una sonrisa pero al acercarse el objetivo vi que estaba haciendo muecas, no sonriendo, y que sus ojos parecían carbones encendidos entre su piel negra. Tenía un muñeco en la mano; un muñeco vudú. Acercó una aguja hacia su deshilachada cabeza.
 Bruscamente acabó el spot y tuve un sobresalto cuando al mismo tiempo sonó el teléfono. Al otro lado de la línea una voz infantil dijo:
-Cinco días.
-¿Qué…? –dije, pero ya había colgado.
Dejé pasar cuatro días que se me hicieron interminables y en los que evitaba prudentemente las pantallas y el ordenador.
Al quinto día acudí a la ONG y destiné cien euros para Haití. No pude contenerme y dije a la voluntaria que atendía el mostrador:
-Esa campaña suya tiene muy poco de ético. Usan amenazas.
-“Cinco días” no es una amenaza –replicó.
Pero si no llego a dar… -titubeé- tampoco habría pasado nada, ¿no?
-Vaya a saber –dijo ella encogiéndose de hombros-. Los niños muertos pueden ser temibles.

FIN
MÁS ESPANTOS
Jaume, mi agente para los dibujos, vino a comer hace unos días a mi piso. Mientras troceaba un salmonete dejando al descubierto sus espinas  me contó una extraña historia que le pasó hace unos días en el metro. Jaume tiene tendencia a que le sucedan cosas poco corrientes:
“En la estación de Drassanes se sentó frente a mí un africano que llevaba un enorme fardo atado con cuerdas. Ya sabes, uno de esos vendedores de top manta del puerto. Impresionaba, nunca había visto a nadie de piel tan negra, casi púrpura, con tatuajes cicatrizados a ambos lados de la cara y un curioso collar de huesecillos; sin embargo era él quien me miraba fijamente. Empecé a ponerme nervioso, no porque me sintiera amenazado, es que me contemplaba con una especie de temor sagrado, como si hubiera visto a uno de sus dioses más malignos o qué sé yo.

 “Empezó a sudar, se le veía aterrorizado pero seguía sin apartar sus ojos de mi cara. Estaba a punto de levantarme para cambiar de vagón cuando me fijé que a sus pies se estaba formando un pequeño lago ¡Se estaba meando encima, Miquel!”
¡Joeeer! –exclamé.
“Por fin el metro se detuvo –prosiguió Jaume-, hizo unos extraños signos a un palmo de mis narices, supongo que era una especie de conjuro, se cargó el fardo a la espalda y salió del vagón a toda prisa como si le persiguieran todos los demonios africanos”.
Hice una mueca, no por la historia sino porque sentí que una espina puntiaguda acuchillaba mi boca. No había espina, desde que de niño me clavé una en el paladar comiendo salmonetes siento un pinchazo imaginario al comerlos. ¿Reflejos de Pavlov?
-Vaya historia, Jaume. Oye, si no te importa creo que la pondré en mi blog.
LA COLADA DE MIS VECINOS
Está claro cual es el color preferido de mis vecinos. ¿Serán la Família Addams?



EL HIDEBEHIND (Relato) Y GATO POR LIEBRE (Real)

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“El Hidebehind (literalmente “El Escondedetrás”) de la fauna americana siempre está detrás de algo. Por más vueltas que dé un hombre, siempre lo tendrá detrás. Por eso nadie lo ha visto, aunque ha matado y devorado a muchos leñadores.”
(El libro de los seres imaginarios. Jorge Luis Borges )
El último vestigio de civilización en kilómetros a la redonda era una cabaña donde un anciano indio pecquod vendía provisiones. Un trampero de ojos febriles que bebía aguardiente de centeno nos advirtió a mí y a los otros tres leñadores sobre el Hidebehind:
-Yo no lo he visto; nadie lo ha visto… pero le he oído en lo más profundo del bosque. Mata… dicen que mata caballos y hombres.
Pensamos que le habían afectado las largas temporadas de soledad en las montañas.
 Pronto desapareció el primero de nosotros, fue durante la tercera noche.
Al día siguiente oímos el grito desgarrador de un compañero que estaba recogiendo leña. Un rastro de ramas quebradas nos indicó que había sido arrastrado hacia la espesura del bosque pero nadie se atrevió a aventurarse.
Foster, el barbudo escocés, opinó que debía merodear un oso por los alrededores del campamento. Encendimos una gran hoguera y hacíamos turnos de guardia, él con una enorme hacha y yo con un revólver Remington de cuando trabajé como explorador para el ejército durante las guerras indias. Varias veces estuve a punto de proponerle vigilar espalda contra espalda pero supuse que se reiría de mis temores: “Eso del Hidebehind” es un cuento para niños” –me dijo al recordarle  la historia del trampero.
Me despertó el ruido del pesado revólver al caer al suelo. Me había vencido el sueño. Junto al linde del bosque había un hacha. Ni rastro alguno de Foster.
Llevo dos días sin comer ni dormir dándole la espalda a la hoguera para que el Hidebehind no me sorprenda por detrás. La leña se está terminando y el crujido del fuego ha dejado paso al chisporroteo de las brasas.  Percibo una presencia acechante, la sensación es tan viva que incluso me parece notar un aliento nauseabundo y malsano en la nuca.
  Agarro con firmeza el revólver y en dos saltos me sitúo frente a un enorme roble. Giro sobre mí mismo y me dirijo de espaldas hacia el árbol pero no consigo apoyarme en el tronco. Unas garras afiladas clavándose alrededor de mi cuello me confirman que  tengo al Hidebehind atrapado entre mi espalda y el roble. Sitúo el arma  sobre mi hombro derecho  con el cañón apuntando hacia atrás y disparo.
Al volverme en un movimiento súbito veo al Hidebehind aullando de dolor con una herida que borbotea  sangre oscura.  Aún estoy paralizado cuando me destroza la garganta de un zarpazo. Caigo hacia atrás y veo al monstruo correr entre los árboles mientras me envuelven tinieblas.
Semanas más tarde un grupo de cazadores encuentran mis restos. Uno de ellos coge mi revólver y se lo cuelga en el cinto. Cuando se van les grito que miren a sus espaldas, hacia un rastro de sangre –sangre negra y maloliente que hasta los insectos evitan- que se confunde en el interior del bosque; pero es sabido que a los muertos nadie puede oírles.
 Además,  los cazadores siempre están ojeando posibles presas y suelen miran hacia adelante. Casi nunca… detrás.
FIN
MIS CUATRO DIAS DE ANGUSTIA
Martes, 13 de junio 2017
 Mi amigo Ivo el fotógrafo –ya he hablado de él más de una vez en el blog- fuimos una tarde a comer una tapa de callos en un bar donde recordábamos que los hacían buenos. Parecía el mismo lugar de siempre pero ahora estaba regentado por una familia oriental. “Bueno –pensé-, puede que sigan cocinando bien los callos”. Nos sirvieron algo rarísimo. La carne estaba cortada en tiras finas nadando en una salsa con inexplicables cartílagos y garbanzos insípidos del tamaño de balines, ni rastro de chorizo ni picante. Lo probamos. Horrible. Ivo me sujeta la mano donde tengo la cuchara.
-¡No te lo comas, Miquel! Creo que es carne de gato.
-¿Qué dices?!!! ¿Es que has comido gato? –Ivo asiente:
-En la guerra de Yugoslavia, ya sabes que estuve de reportero cuando el asedio de Sarajevo en el 93. Por entonces no quedaba ni un gato callejero. El sabor, la textura… Gato -Ivo coge de su bolsa de viaje  un pequeño tupper de plástico donde suele guardar las diapos y echa dos cucharadas de bazofia dentro -. Conozco a un analista que trabaja en Sanidad. Llevará esto a analizar a un laboratorio y como nos hayan dado de comer gato les caerá un buen paquete.
 En la barra dijimos que aquellos callos –o lo que fuera- eran incomibles y que sólo pagaríamos las dos copas de vino infame que nos habíamos bebido mientras los ojos oblicuos del camarero nos miraban con indiferencia.
Miércoles, 15 de junio 2017
“En tres días me darán el informe”, me había dicho Ivo. Mientras tanto observaba con aprensión a mi gato Jabber. Me parecía leer en sus ojos “Canibal” cuando me miraba.
Viernes, 17 de junio 2017
Por fin apareció el número de Ivo en la pantalla de mi móvil.
-Miquel, la buena noticia es que NO es gato. Tampoco es perro y desde luego no es ternera,  y han descartado la carne humana –Ivo hizo una pausa lúgubre-. La mala noticia es que no tienen claro qué tipo de carne es. Creo que es mejor no preguntar más.
Desde ahora sólo comeré los callos que me preparo en casa. Mirad qué buena pinta tienen con su guindilla, chorizo, morcilla y vino blanco.



EL COBRADOR ZOMBI (Relato) Y RECETA

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Cada varios minutos apartaba la cortina para ver si seguía ahí fuera. Finalmente apareció tambaleándose  y se detuvo frente a la puerta de mi casa. Solté la cortina, eché el cerrojo y llamé por el móvil a Bea.
-Me sigue un cadáver  -le dije en cuanto descolgó.
-¡Madre mía, Beto! –exclamó Bea-. ¿Estás seguro?
 Hace dos años hubo una plaga, los muertos vivientes caminaban arrastrando sus miembros putrefactos, luego se había puesto freno a los zombis, incluso se les mantenía controlados. Poco después a un avispado empresario se le ocurrió abrir una agencia cobradora –El cobrador zombi S.A.-, los morosos eran perseguidos noche y día por un cadáver ambulante que no cobraba sueldos, ni dormía ni se cansaba. Esta situación duraba hasta que el moroso pagaba sus deudas.
-¿Está aquí? –preguntó Bea.
Asentí. El cadáver aguardaba junto a la entrada del restaurante mirándome fijamente desde el otro lado del cristal. Cuando una pareja abrió la puerta para salir el zombi se introdujo en el local de manera tan desapercibida como una ráfaga de viento otoñal. Y mi cadáver no era el único del restaurante, otro estaba junto a la mesa de una pareja atractiva y trajeada  que contrastaba con los mugrientos harapos del zombi.
 Cuando el cadáver se detuvo junto a nuestra mesa le miré rabioso. No pestañeaba, sus ojos vidriosos nunca pestañeaban.
-No le mires- dijo Bea.
Me llevé a la boca un tortellini. Mastiqué y tragué como pude. Bea seguía comiendo como si nada, aunque observaba el cadáver con el rabillo del ojo.
-¿Debes dinero a alguien, Beto?
-A una empresa de reparaciones a domicilio cuando se estropeó la instalación eléctrica de mi piso y el administrador se desentendió –sobre la mesa y a escasos centímetros de mi plato cayó un dedo del zombi. La punta de una falange asomaba entre la carne pútrida-. Me presentaron una factura abusiva y me negué a pagar.
-¿Quieres que compartamos un postre?
Una hora después, Bea y yo estábamos tumbados en la cama fumando. No me sentía con ganas de practicar sexo. No es extraño cuando te observa desde la puerta del dormitorio un cadáver tieso como una marioneta,  con vísceras sobresaliendo por entre la piel reseca.  Había entrado por la ventana del patio de luces que no cerraba bien.
-Cariño, esto no hay quien lo soporte –resolvió Bea aplastando el cigarrillo en el cenicero- ¿Y si pedimos un préstamo al banco?
 Al día siguiente, con el cadáver que me seguía arrastrando lentamente los pies,  me presenté en la sede de El cobrador zombi. Entregué el cheque a un empleado que tecleó mis datos en su ordenador, luego una enfermera  ató una correa al cuello de mi zombi y se lo llevó dócilmente.
Al concluir del Año Fiscal la empresa El cobrador zombi era la más próspera del país. Sus directivos lo celebraron. Los zombis fueron gratificados con un aperitivo a base de refrescos y galletas saladas.
Por lo visto esos directivos no sabían lo que ocurre cuando un zombi prueba la sal. Los cadáveres recobraron parte de su inteligencia, la justa para comprender que estaban siendo explotados.
Poco después El cobrador zombi había cerrado sus puertas a cal y canto, y en los alrededores de la sede central los muertos vivientes mostraban octavillas de su nuevo sindicato:
Bueno, y ya que se ha hablado de tortellinis...
TORTELLINIS CON CREMA DE ESPINACAS
Cocer un paquete se espinacas congeladas. Escurrirlas bien y sofreír en una sartén, sazonar con sal y pimienta y añadir una copa de vino blanco. Cuando reduzca verter un brick de crema de leche. Remover y cuando se caliente -¡No dejar que hierva!- apagar el fuego y triturar la mezcla en el cuenco para la batidora. Quedará una salsa de un bonito color verde brillante como el vómito de la niña de El Exorcista (vale, debería buscar otro ejemplo) Mientras se cuecen los tortellinis en agua salada recomiendo tostar unos piñones en una sartén sin aceite. Servir los tortellinis con la salsa de espinacas y unos cuantos piñones por encima. 
Ayer hice esta receta con macarrones, le añadí unas aceitunas y tomates cherry.



DRÁCULA EN LA COCTELERÍA

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 ¡Ya tengo un cuadro colgado en Boadas, una coctelería muy popular en Barcelona! Dibujé un camarero haciendo un “Twist” (exprimir un trozo de corteza de naranja sobre el cóctel) Me decidí por el cóctel del día: Punch de ron. Juan, el barman, es una enciclopedia viviente y me informa que punch significa cinco en sánscrito, porque cinco son los ingredientes: azúcar, canela, limón, agua y ron.
 Como los niños a los que les encanta oír varias veces el mismo cuento le pido que me vuelva a contar cuando Christopher Lee -  por entonces invitado al cercano Festival de Cine Fantástico de Sitges- entró en Boadas hace diez años. Pidió un dry Martini. Se le veía apático y cansado hasta que de repente los ojos se le iluminan: ¡Montserrat Caballé acababa de entrar en Boadas! En varias entrevistas Lee había declarado que su ambición frustrada era ser  cantante de ópera. Iniciaron una amistosa charla, pidieron más martinis y un rato después -ante los atónitos clientes de Boadas- se pusieron a cantar a dúo la escena del brindis de La Traviata. ¡Argh!!! Hubiera dado gustoso dos órganos vitales por haber estado allí en aquel momento.
Y aquí el añorado Lee nos fecilita las Navidades con su rotunda voz y a ritmo de Heavy Metal:
DOS GRANDES PELÍCULAS CON GENTE MENUDA
El terror de Tiny Town (1938) es un insólito western protagonizado exclusivamente por enanos que montan poneys y vaqueros que conducen rebaños de terneras. La película fue producida por el empresario Jed Buell que además era el representante de una troupe de enanos.
El protagonista es un vaquero –Bill Curtis- que protege a una ranchera de unos temibles forajidos. El argumento no es demasiado original, pero sí lo son algunas escenas impagables como la entrada de los vaqueros en el saloon pasando por debajo de las puertas batientes.
“Forastero: si mides más de metro y medio abandona Tiny Town antes de la puesta de sol”.
BUGSY MALONE (1976)

El primer film de Alan Parker (Fama, Birdy…) Es una película musical sobre gánsteres que son niños, todos en la película –que aquí se estrenó con el penoso título de Bugsy Malone, nieto de Al Capone - son actores infantiles exclusivamente. No hay balas, sino metralletas que disparan tartas de crema. La protagonizan  Scott Baio (Happy Days) y Jodie Foster, que acababa de convertirse en estrella gracias al éxito de Taxi Driver.
“CREO QUE ESE CLIENTE AÚN NO HA TERMINADO”
Mi último gag para la revista MAYDAY está basado en un caso real. Yo estaba saboreando los famosos sesos a la mantequilla negra de Casa Martin, en Barcelona. Me quedaban tres porciones en el plato cuando un camarero pasó raudo y se me llevó el plato. No estaba dispuesto a renunciar a mis sesos (los de cordero, se entiende) y causamos sensación al entrar en la cocina, él con el plato en la mano y yo detrás picoteando.



UNA NAVIDAD EN CÓMIC

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Mi madre ha aceptado que no tiene el cuerpo para preparar sola la cena de Nochebuena y al fín consintió en que viniera a ayudarla. Para la ocasión me traje mi cuchillo profesional de cuando era ayudante de cocinero.

"FRANCAMENTE, NO ENTIENDO ESE HUMOR MODERNO". De momento seguiré con mis viñetas para la revista MAYDAY.
Y ahora un microrrelato para dar un toque inquietante a la Navidad:
Dejamos un cuenco con galletas y un vaso de leche. "Papá Noel vendrá hambriento y fatigado" dijo mi padre. Al día siguiente corrimos alborozados a ver los regalos.

El cuenco y el vaso estaban intactos. El perro había desaparecido.

SURREALISMO EN EL RESTAURANTE CHINO

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Relato escrito a cuatro manos con Melmoth el Errabundo
 Daniel y Dana son una pareja de surrealistas. Siempre hablan de David Lynch y de Jandek. Entre semana suelen cenar fuera –lo que ya es bastante surrealista- y hoy Daniel la lleva a un local interesante.
-Es uno de los restaurantes chinos de los que ya no quedan –le susurra Daniel.
 Los farolillos que cuelgan en la fachada se mueven ligeramente con la brisa llena de monóxido de carbono. Hay una enorme pecera vacía. Se puede ver el típico barco hundido cubierto de polvo junto a un buzo verniano, y algunos cadáveres de peces de los años ochenta. Según dicen por el barrio la pareja que lleva este restaurante duermen en la cocina desde hace treinta años.
Una pareja madura son los únicos clientes y la mujer los mira con un terror inexplicable cuando los surrealistas se sientan en la mesa de enfrente.   El cocinero saca la cabeza de vez en cuando por la pequeña ventana que une la cocina con el comedor. Tiene unos dientes enormes y es idéntico al Mr. Yunioshi interpretado por Mickey Rooney en Desayuno con diamantes.  Les entrega la carta y desaparece del comedor dando saltitos.
 “El restaurante parece un decorado”, piensa Daniel. Muy surrealista. Se oyen ahogados  sonidos extraños, como dos fantasmas conversando por un teléfono con interferencias.
El surrealista y su novia siempre piden el mismo plato. Hoy, costillas lacadas. La pareja madura piden pez Fugu, un pescado que puede ser mortalmente venenoso si no se corta adecuadamente. El cocinero regresa de la cocina y les sirve el pescado mientras en un brazo sostiene un gato.
-Me temo que mis manos no son tan precisas como antes a causa de la artritis –les informa el cocinero-. Pero por si acaso aquí tienen a un gato que les servirá de catador -. Corta una porción de pescado y le dice al minino: -¡Come, Borgia!
 El gato devora la pieza de pescado y lame satisfecho sus bigotes. El cocinero sirve las costillas a los surrealistas y sus piernas, libres de peso, corretean por el comedor como un juguete teledirigido tropezando con las mesas. La pareja madura consideran que ha pasado un tiempo prudente y saborean el pez Fugu. Poco después el gato empieza a toser entre convulsiones y se queda tumbado en el suelo inmóvil, haciendo ruidos raros de animal moribundo.
Al hombre le da un soponcio y se derrumba sobre el mantel. La mujer sale corriendo y se golpea la cabeza contra el marco de la puerta que comunica con la cocina yaciendo tirada e inconsciente en el suelo. El gato se levanta y se ríe a carcajadas que suenan como tijeras rasgando linóleo.
-¿Has visto, Dana? ¡Un gato bromista! –dice un eufórico Daniel- ¡Es lo más surrealista que he visto nunca!!!
-Sí… estoy algo cansada -murmura Dana que está más acostumbrada a situaciones extravagantes-. ¿Pedimos la cuenta, Dani?
 El cocinero reaparece saltando sobre el cuerpo inerte de la señora madura. Hace una reverencia a la pareja surrealista revelando el torbellino que se forma en su coronilla.
-Nos vamos a dormir –dice el cocinero suavemente señalando la puerta de la cocina-. Si quieren acompañarnos, la señora Wang ha preparado las camas.
“¡Nos invitan a dormir con ellos!”, se asombra Daniel. Había planeado llevar a Dana a su piso, tomar una copa de absenta y tener relaciones sexuales con el sonido industrial de Jandek como fondo. Pero este sería un excelente colofón para una cena surrealista.
En la cocina les esperan cuatro camastros y la señora Wang que habla con acento más marcado que su marido. Entrega a Daniel un palo con un gancho en el extremo de los que se usan para alcanzar objetos en estantes altos.
-Pala las latas –dice la señora, pero Daniel mira en derredor y no ve ninguna lata.
-Latas glandes como conejos –aclara la señora Wang-. A veces, colen por la cocina.
La pareja surrealista y el matrimonio chino se desean buenas noches y apagan la luz. Al poco rato todos duermen, excepto Daniel, aún extasiado por la experiencia.
FIN
¿Y QUIÉN ES JANDEK? PUES EL CANTANTE MÁS MISTERIOSO DEL MUNDO
Se hace llamar Jandek. Lleva unos 59 discos grabados desde 1978 que no se venden en las tiendas, para adquirirlos hay que pedirlos por medio de un apartado de correos de Houston, Texas, a la fantasmal discográfica Corwood Ind. Casi todos los elepés llevan una cubierta ilustrada con una –supuesta- foto del músico, granulada y con aspecto de los años 70. Solo ha concedido dos entrevistas por teléfono y en el 2003 le dedicaron un documental en el que no aparece. Su música es difícil: guitarra acústica y eléctrica con toques de blues y folk.
MI REGALO DE REYES: COLECCIÓN EDGAR WALLACE
 Un pack con la serie alemana de los años 60 sobre las obras de misterio de E. Wallace. 
Todas protagonizadas por el mismo actor, Joachim Fuchsberger que aquí vemos con Klaus Kinski en mi favorita: Los ojos muertos deLondres. También recomiendo El misterio de los narcisos amarillos con el gran Christopher Lee. 
Fuschsberger tuvo un final que parece sacado de una trama de Wallace. Durante un show televisivo en 1980 fue mordido por un chimpance. Las hehidas le causaron una rápida expansión de virus falleciendo poco después en la sala de aislamiento de un hospital.
Y LA RECETA: COSTILLAS LACADAS
 Necesitaremos un costillar de cerdo.  En una fuente o plato hondo pon las costillas y cúbrelas con la salsa de soja, un chorrito de zumo de limón, una cucharada de pimentón, cebolleta cortada en rodajas finas y una cucharada de azúcar. Deja las costillas en la nevera y que reposen durante una noche entera en este adobo dándoles la vuelta de vez en cuando.
Cuando las vayas a preparar pon el horno a la máxima temperatura durante 15 minutos. Recomiendo usar esos moldes de un solo uso para horno de papel de aluminio pues luego es muy engorroso limpiar el caramelizado.
Pon a hornear las costillas y que se vayan cociendo unos 30 minutos. Quedarán caramelizadas, oscuras (parecen teclas de piano) y muy sabrosas.
Ya están listas para comer con los dedos. Quedan muy bien con arroz blanco, aunque quedarás como todo un as de la cocina oriental si bajas al restaurante chino de la esquina, a por una ración de pan de gambas para acompañarlas.




¿YA TIENEN SU DISFRAZ DE GORILA?

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Señoras y señores. Monstruos y monstruas. El 31 de enero es el Día mundial del traje de gorila. Su origen está en el homenaje que unos lectores de la revista MAD dedicaron al dibujante Don Martin y a sus delirantes tiras con personajes enfundados en disfraces simiescos. Evento friki donde los haya y buen momento para recordar los apuros de los Hermanos Marx para conseguir un disfraz de gorila para Una tarde en el circo:
 “Las complicaciones fueron innumerables –cuenta Groucho en su libro Memorias de un amante sarnoso-. El actor que contratamos para interpretar al gorila tenía un agente, pero no una piel de gorila. Descubrimos que el pellejo de gorila tenía otro agente. El día en que debía rodarse la escena ambos agentes estaban en el escenario. Era un día excepcionalmente caluroso sin contar los potentes focos que iluminaban el estudio. El actor terminó por desmayarse dentro de su peludo disfraz y se negó a volver a meterse dentro de aquella piel (En la foto de la izquierda en el momento de presentar su renuncia). 
 Hollywood no disponía de otra piel de gorila. En San Diego localizamos un actor propietario de una piel de orangután pero como todo el mundo sabe un orangután es más pequeño que un gorila así que tuvimos que contratar a un hombre más pequeño especializado en papeles de orangután.
Algunos críticos quisquillosos se quejaron de que en algunas escenas el gorila parecía mayor que otras y que esto mermaba la verosimilitud de la trama amorosa.”
Y ahora, uno de los disfraces de gorila más famosos del cine:
Es curioso que en el cine clásico los gorilas suelen aparecer como desenfrenados primates libidinosos cuando en realidad su sexualidad es bastante primaria.
Muy lejos de los Bononos, parientes de los chimpancés que usan las relaciones sexuales incluso a modo de saludo (Hola, qué tal –traka, traka- Pues ya ves –traka, traka- …) Curiosos, esos Bononos.
EL PRIMER CHISTE QUE ME CONTARON ESTE AÑO. Aviso: me gustan muy malos.
Y MI PRIMER ENCARGO DEL AÑO. Una tarjeta para un restaurante de Kaitensushi, un bufet japonés donde los platos salen por una cinta transportadora.
Y una performance de terror en mi casa dedicada a The Ring. Mi frikismo no conoce fronteras... yo soy el de la camiseta negra.
En fin, feliz Dia del Disfraz de gorila a todos!!!


HISTORIAS DEL MÓVIL

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Orlando Dutyfree guardó el móvil en el bolsillo de la chaqueta y se fue a su trabajo. Nada más pisar  la calle el móvil se fue volando.
Es lo que pasa al salir de casa con el móvil en modo avión.
Está diagnosticada la fobia a salir de casa sin el móvil, se llama Nomofobia (no confundir con la Gnomofobia o miedo a los gnomos) pero hay un nuevo transtorno conocido como Efecto Google, nuestro cerebro se niega a retener información y prefiere recurrir a los buscadores. Vamos, que nuestro cerebro se vuelve gandul.
Este cuento quedó finalista en un concurso -convocado por Vodafone- de relatos cortos en los que el móvil fuera más o menos protagonista.  ¿Alguien se anima a llamar a ese número del final por curiosodad?
SIMPLE CURIOSIDAD
 Demasiado rápido para una curva tan cerrada. Jota empotra su moto Norton 500 CC monocilindrica en una valla. Unos metros atrás viene su hermano Eme en una Guzzi 599 CC 8 cilindros y encuentra a Jota tendido en el suelo en medio de un gran charco de sangre. Jota le dice que si no sale de esta quiere que lo entierren con su cazadora de motero; son sus últimas palabras.
Tres días después los miembros del club de motoristas Easy Rider nos reunimos para el funeral de Jota. Poco antes de la ceremonia Eme convida a beber a todo el mundo. Parece un funeral irlandés, bebemos (en pocos minutos agotamos los botellines de cerveza del bar del tanatorio) cantamos, reímos y lloramos. Dos asistentes se lían a tortazos y Eme suspira: “A Jota le hubiera gustado esto”.
Eme y otros tres compañeros cargan con el ataúd hasta el cementerio. Por poco dejan caer el féretro al suelo por el respingo que dan cuando desde el interior de la caja suena el Born to be wild de Steppenwolf. Es el tono que sonaba en el móvil de Jota. No debieron reparar en el móvil que siempre llevaba en un bolsillo interior de la cazadora. Uno de los porteadores, con las piernas aún temblando del susto, vomita abundante cerveza sobre una lápida .Ni siquiera Eme puede reprimir una carcajada. Segundos más tarde el móvil enmudece y depositan el ataúd dentro del nicho.
 En casa me quedo hasta muy tarde viendo una película por televisión. Las primeras cabezadas coinciden con los títulos finales. Decido irme a la cama cuando una idea cosquillea mi adormilado cerebro. Agarro el móvil y tecleo apresuradamente el número de Jota. Un timbrazo, dos, al tercero se oye un chasquido:

-Jota… Soy Erre ¿Qué hay, viejo? Es que me preguntaba si realmente existía el Más Allá. Sí… era sólo eso, simple curiosidad.
FIN




"Justo entre el primero y el segundo piso sentí que iba a vomitar un conejito"
(Carta a una señorita en París. Julio Cortázar)
Releyendo este cuento con un protagonista que no puede evitar vomitar conejitos me han venido ganas de preparar este plato:
CONEJO AL AJILLO
 Sofreir los trozos de conejo en una sartén después de pasarlos por harina para que no salpiquen aceite.
Retirar el conejo y el el mismo aceite dorar una docena de dientes de ajo con cuidado de que no llegen a quemarse.
Sazonar el conejo con sal y pimienta. Añadirlo a la sartén con los ajos.
Regar con un vaso de vino blanco y poner una hoja de laurel.
Tapar la sartén y dejarlo cocer 20 minutos con el fuego al mínimo. Quedará muy bien con ensalada o unas patatas fritas.

CHIKEN LOVE (Relato)

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 Existen algunos casos en la naturaleza en los que ciertos animales adquieren apariencia humana y viven como tales, aunque conservando todas las características de su especie. No es demasiado extraño que una gallina se convierta en mujer, beba cerveza en los bares e incluso hable por teléfono.
Esto era lo que había sucedido con Capo, su aspecto era el de una mujer, todo lo demás era pura gallina.
Me sumergí en los ojos marrones de Capo nada más verla en la barra del bar musical donde solía ir los viernes. Resultona más que guapa. No era el tipo de mujer que uno mira dos veces en el ascensor,  pero parecía flotar en un extraño éter de sensualidad. Al preguntarle su nombre se presentó a la manera americana añadiendo su apellido con meloso acento: “Caponata Mac Nugget. Llámame Capo.” De alguna manera yo percibía su faceta gallinácea, como un náufrago que tantea tierra firme, y eso me confundía y me seducía a la vez.
 Fuimos a mi piso. Capo me hizo el amor de una manera salvaje y desconocida para mí, poniendo toda su avícola sexualidad. Comprendí aquel dicho “Más fina que las gallinas”, o algo parecido. Su larga cabellera me caía por la cara. Yo gemía. Capo cloqueaba. Me invadió un placer inmenso que parecía danzar por la habitación como un oscuro vendaval.
Acabé feliz pero agotado. Me despertó el rayo de luz matutina que traspasaba las cortinas recalentándome los párpados.
Capo se había ido, pero me había dejado sobre la mesita mi desayuno, un huevo. Era tres veces más grande que el de una gallina normal,  pero Capo es más grande. Bueno, soy de ciudad y no he visto muchas gallinas. Debajo del huevo había un papel con el número de su móvil.
Mientras freía el huevo en aceite, mucha sal y dos dientes de ajo suspiré:
-Aaay… creo que me estoy enamorando.
Y además, el huevo estaba delicioso.

FIN
GALLINAS LETALES
 La Gripe Aviar o Gripe de Hong Kong causó estragos en los años sesenta. (La mayor pandemia del siglo XX por detrás de la Gripe Española de 1917 y el sida) Se llevó a Sax Rohmer, el autor de las novelas de Fu Manchú, y a las siamesas Hilton, hoy recordadas  por la película de culto Freaks (1932) de Tod Browning .
Se movían con soltura en el escenario y eran muy guapas. Organizaron su propio espectáculo y en los años 30 se convirtieron en personajes muy populares.
La prensa calculaba que las siamesas ganaban 5.000 dólares a la semana, una cifra enorme para esa época. Sin embargo, lo que más curiosidad levantaba era su vida sentimental. Aunque aparentemente Daisy y Violet tenían una relación excelente se rumoreaba que eran unas devoradoras de hombres. El hecho de que compartieran parte del sistema nervioso -y, por tanto, pudieran sentir lo mismo- acrecentaba todavía más el morbo.
  En los años cuarenta abrieron una cocteleria -debía ser espectacular verlas agitar las cocteleras al unísono- y cuando cerraron el negocio Hollywood acudió en su rescate protagonizando una película: Encadenadas de por vida (FOTO) la historia de dos siamesas que se enamoran del mismo hombre. Cuando una se casa con él, la otra lo mata. La trama del filme gira en torno a cómo meter en la cárcel a la asesina sin que la inocente también sea encarcelada, sin embargo fue un fracaso de taquilla y la gente se olvidó de las Hilton. Terminaron como dependientas en una tienda de Charlotte, Carolina del Norte. Tras varios días de ausencia al trabajo, las encontraron muertas en su casa el 4 de enero de 1969. La autopsia concluyó que habían fallecido por la Gripe Aviar.
POLLO A LA CAZADORA
 Los platos "a la cazadora" consisten en aves o carnes cocinadas lentamente en una salsa a base de tomates.
Me gusta con champiñones. Limpiarlos con un trapo, mejor que con agua.
Pasar los trozos de pollo por harina y freírlos en una sartén con aceite. Retirar el pollo cuando esté dorado y en el mismo aceite sofreir 2 dientes de ajo, cebolla, zanahoria y apio picados. Añadir luego los champiñones y tomate de lata pelado y sin semillas.
Dejar reducir el tomate, agregar 1 vaso de vino blanco y las piezas de pollo.
Tapar la sartén y cocer 20 minutos a fuego mínimo para que el pollo quede tierno y jugoso. Espolvorear con pimienta blanca y servir.
TOFU
Estoy trabajando en el proyecto de un libro con tiras dibujadas -Tofu- con guiones de Rosa Vilches, escritora y vegana, en el que parodia las manías de carnívoros y vegetarianos. He elegido estas viñetas porque aparece un pollo.


VIAJES DE TERROR

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 Bruno Schreck dirige el Tour de los Horrores S.A. una agencia de viajes muy especial. En su despacho, dos lámparas iluminan con tenue luz amarilla carteles con grandes titulares: Puente festivo en la Mansión Amtyville. Senderismo por Aokigahara, el bosque japonés de los suicidas, Expedición por castillos escoceses encantados…
Entran Manu, Hugo, Vanesa y Jessy. Habían adquirido el Redneck Weekend: tres días en una cabaña aislada en las montañas, sin teléfono ni electricidad, y cercano al psiquiátrico Ted Bundy para asesinos en serie. Los jóvenes parecen contrariados.
-Qué aburrimiento –empieza Manu sin saludar-. Ni psicópatas, ni zombis, ni rednecks con horcas vinieron a visitarnos.
-Además no había wifi –bosteza Jessy.
-Sin internet ni televisión –prosigue Manu-, tuvimos que distraernos bebiendo como cosacos y quitándonos las virginidades unos a otros.
-Sí, yo me tiré a Vanesa y Jessy –interviene Hugo-. Y a Manu y Hugo. No, espera, Hugo soy yo. Bueno, pues a Manu dos veces.
 -Fuimos a bañarnos a la Laguna de la Muerte –interviene Vanesa-. Qué decepción, llena de parejas con niños, parecía una playa familiar.
- Entiendo –asiente Schreck .Teclea en su ordenador y gira la pantalla hacia los muchachos que se quedan perplejos al ver fotografías de gente con túnicas blancas abrazando árboles -. Aquí tengo algo muy especial, el centro de meditación YogaKali.
-¿Es una broma? – exclama Manu, y al ver que la expresión de Schreck no cambia-: ¿Es que tenemos pinta de jipis abraza-árboles?
-No es lo que parece –Schreck junta las manos y habla a través de las rejillas de sus dedos-. Os aseguro que se trata de la experiencia más aterradora que podéis imaginar. Si no quedáis satisfechos se os devolverá el dinero, más una semana gratis de ruta por Chernobyl.
-Bienvenidos al Bosque Miskatonic, jovencitos.
 El guía de YogaKali tiene un rostro cadavérico que deja traslucir el circuito trágico de sus venas. Su largo pelo negro y lustroso contrasta con sus ojos acuosos. Vestido con una túnica blanca y rodeado de árboles parece un druida psicópata.
“Al menos –reconocen los chicos-, la pinta de ese tío es muy inquietante.”
-Seguidme – dice. El grupo avanza campo a través. Es de noche, pero la luna llena ilumina el bosque con luz zodiacal. En lo más profundo encuentran un grupo de impresionantes árboles parecidos a secuoyas  aunque más pequeños.
El guía les indica que se abracen a esos árboles. Los chicos estrujan las secuoyas  y al instante quedan pegados  al tronco por una resina llena de enzimas digestivas más corrosiva que el ácido más cáustico y destructivo.
En pocos segundos la resina disuelve los cuerpos de los viajeros. Manu, que es el más corpulento, aún consigue articular:
-¡Qué alucineee…
FIN
NUEVO PROYECTO
Qué bonito es el amor... y su puta madre. Un libro con ilustraciones escrito por Roger Pera, mi director en el estudio de doblaje. Esperamos publicarlo después de verano.
LA SALSA PEPE: LA MÁS FÁCIL DEL MUNDO
Y además es buenísima: nata para cocinar, 1 cucharada de concentrado Bovril y un chorrito de coñac. Remover y ¡ya está! Con esta salsa he condimentado esta pieza de carne tostada por fuera y sangrante por dentro, como a mí me gusta.



UN PISO DESHABITADO (En parte real y parte ficción)

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 Cuando los encargos de dibujo escasean trabajo de Enseñapisos para una inmobiliaria. Ésta cerró y la agencia ha sido adquirida por unos empresarios venezolanos.
En la oficina reina un silencio nada caribeño. Unos empleados susurran junto a la máquina de café y un hombre trajeado sentado en una mesa me indica con un gesto que me siente frente a él. Lleva el pelo negro cayéndole sobre la frente en mechones hirsutos a lo Frankenstein y su loción huele a cuero de asiento de coche. Va al grano:
Te vamos a poner a prueba. Tenemos un piso de 90m2, tres habitaciones, dos baños… 160.000 €. Tienes que venderlo antes de dos meses –inclina la cabeza en mi dirección-. Pero has de saber algo sobre ese piso…
“Ya estamos –pienso-, ahora me dirá que la casa está encantada o que el anterior inquilino se cargó a su familia a hachazos.”
-Hay que vaciarlo y limpiarlo.
-¡Yo sólo enseño pisos! Para eso teníamos una brigada de limp…
-Lo tomas o lo dejas –dice alcanzándome un juego de llaves.
Lo tomo. El piso está hecho una porquería y huele a humedad. En el suelo se ve el contorno fantasma dejado por un sofá. En la pared de carga, cerca del suelo, hay grietas azuladas. Aluminosis. 
  Empiezo por la cocina, la pica está repleta de platos cubiertos de moho gris peludo y hebras de tela de araña. Los voy metiendo en bolsas industriales de basura de 150 litros. Sudo a mares mientras fregoteo la suciedad del linóleo con estropajo metálico.
Sobre la encimera hay un cocodrilo de peluche. Le pongo nombre, Juancho, y me entretengo contándole mis cosas mientras trabajo aunque no tiene mucha conversación.
Me subo a una escalera y recojo las moscas muertas y resecas de las lámparas de los techos. También cagaditas de ratón con aspecto de arroz integral. Barro, friego, saco brillo y sudo mucho más.
 Después de ocho horas he terminado. La inmobiliaria me ha prestado una cámara Canon y saco fotos del salón de cara a la ventana para que se vea más amplio y luminoso. También me hago esta foto.
Me siento en una caja de embalaje y contemplo el resultado. Estoy examinando las grietas de aluminosis cuando de repente un estremecimiento sacude la sala. Desde el interior del muro se oyen sonidos roncos y convulsivos semejantes a ladridos. Las grietas se propagan por toda la pared formando ángulos imposibles bajo una lluvia de escayola.
-¡Tienen hambre y sed! ¡Son los Perros de Tíndalos!
FIN
Vuelta a la realidad: el piso lo vendí dieciocho días después.
-"¿Ves, hijo? Nuestros antepasados tenían cola." Mi último chiste para la revista MAYDAY que también cierra.
¡Pero al menos sigo publicando aquí mis Chistes Malos!!!


ESPÍRITU DE LA ESCALERA Y MÁS COSAS

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Es una entrada a lo Poti-poti. Empiezo con dos expresiones curiosas:
EL ESPÍRITU DE LA ESCALERA
«L'esprit de l'escalier» es una expresión francesa que describe el acto de pensar en una respuesta ingeniosa cuando es demasiado tarde para darla. Este fenómeno viene usualmente acompañado de una sensación de pesar y arrepentimiento. A mí me ha pasado la tira de veces.
¿HAN SIDO VÍCTIMAS DEL GOSTHING?
Sin previo aviso, una persona deja de contestar tus mensajes de texto y tus llamadas. Desaparece de tu vida sin dar explicaciones hasta llegar al temido bloqueo en WhatsApp y las redes sociales. Es una forma de ruptura cada vez más frecuente.
ALGO INQUIETANTE...
El pez borrón o Blowfish existe. Lo había visto en la película Men In Black-3 y pensé que era un alienígena. 
RECETA: LA AUTÉNTICA CARBONARA
 Me acabo de enterar de que la pasta a la carbonara NO lleva nata. Así la preparé ayer:
Sofreír panceta cortada en dados pequeños. Mientras se cuecen los espaguetis en agua salada batir 1 huevo por persona en un bol. Añadir queso rallado pecorino o parmesano y un poco de pimienta molida.
Escurrir los espaguetis y mezclarlos con el tocino. Añadir la mezcla de huevo y queso removiendo bien. 
Listo. A mí me gusta servirlos antes de que el huevo llegue a cuajar, queda más cremoso.
¡Y feliz Pascua a todo el mundo! Me han regalado este conejito de chocolate un tanto inquietante. Creo que me lo comeré antes de que se haga de noche y se cuele en mi cuarto con un cuchillo de cocina.


LA ESFINGE Y EL ACERTIJO

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El interior del bar del hotel  parece una réplica tridimensional de un cuadro de Hopper. Dos hombres y una mujer sentados silenciosos con los rostros iluminados por la pantalla del televisor. Edipo Comisiones, viajante de comercio,  termina su copa y recoge la llave de su habitación en el mostrador.
El hotel está enfrente de una clínica de cirugía plástica y lo frecuentan muchas mujeres con gafas oscuras para ocultar los moratones de los ojos de las rinoplastias. Mientras espera el ascensor Edipo capta una conversación entre dos mujeres en el vestíbulo:
- Cuando te ponen las tetas, los pezones se quedan torcidos, entonces te los cortan con un bisturí y te los recolocan.
“Siempre se aprende algo nuevo”, piensa Edipo.
 Después de tres semanas paseando catálogos de abrasivos en grano por deprimentes edificios industriales Edipo decide que ya es hora tomarse un respiro. En una guía de servicios Escort encuentra un anuncio sugestivo: Esfinge.com. Hotel o domicilio. Experiencias únicas.
Llama al número del anuncio. “Llegará en media hora”, le informan. Edipo cuelga y se enfrenta  a los  típicos segundos de  desconcierto frente a la ducha del hotel tratando de averiguar cómo funciona. En casa el agua es fría o caliente, en los hoteles es más complejo.
Media hora después llaman a la puerta.
-Soy la Esfinge – dice a modo de saludo en un tono frío como el hielo. Cabellos negros de alazán y labios rojos como una herida recién abierta. Lleva un corto vestido negro de seda y tul.
-¿Una copa? –pregunta Edipo. Silencio. El vestido de satén de la Esfinge se tensa, asoman las puntas de alambre del escote, el vestido se está rasgando, la seda revienta por las costuras y el tul estalla quedándose desnuda. Surgen de su espalda dos enormes alas que llevaba aprisionadas tras un corpiño.
-Te puedo llevar hasta las más altas cimas del placer –dice la Esfinge erguida sobre los jirones de seda y tul amontonados a  sus pies-, pero antes tendrás que contestar un acertijo y si no lo aciertas te devoraré. ¿Entendido? Y añade-: no se vale consultar el Google.
 Edipo asiente. La Esfinge echa atrás la cabeza como si le clavaran un puñal, toma aire y dice:
-¿Qué insecto teje una tela para capturar a su presa?
-Bueno, creo que te refieres a una araña- responde Edipo-, pero…
-¡Pero qué?!!! –se impacienta la Esfinge.“Uf, qué carácter”, piensa Edipo.
-Una araña no es un insecto. Ocho patas. Es un arácnido….
Y un segundo después Edipo  comienza a devorar el cuerpo de la Esfinge. Come y come. Le arranca  la carcasa de la misma manera que se pela una naranja para comer la carne jugosa que hay debajo.  Edipo rebaña los huesos y le hacen falta unas cuantas horas para trinchar la carne de entre las costillas.
Cuando acaba,  el cielo tiene un color azul sereno.  Edipo mete en una funda de almohada los huesos más duros y las plumas que quedan después del sacrificio de la Esfinge.
La calma ha vuelto. Edipo se duerme satisfecho.
FIN
Y ahora, una chorradilla de las mías.
CRIPTOZOOLOGÍA: pseudociencia que estudia animales cuya existencia no ha sido probada.



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